lo esencial
La situación es especialmente delicada en torno a la reserva natural del lago de Puydarrieux, donde Thierry Dubarry desempeña “ambas funciones”: criador de gallinas negras de Astarac Bigorre y restaurador.
La gripe aviar está a las puertas de Bigorra, mientras que acaba de detectarse un caso en una granja de patos del sur de las Landas.
“El viernes, las autoridades sanitarias decidieron elevar el nivel de riesgo de gripe aviar de “moderado” a “alto”, lo que llevó al confinamiento de las aves de corral en todo el territorio metropolitano”, subraya Michel Dubosc, elegido “referente” del sector avícola en la Cámara de Agricultura de Altos Pirineos. La situación es especialmente delicada en torno a la reserva natural del lago de Puydarrieux, donde Thierry Dubarry desempeña “ambas funciones” como criador de gallinas negras de Astarac Bigorre y como restaurador de la posada agrícola del lago de Puydarrieux.
La actividad de las aves migratorias vectores de la enfermedad “este año es excepcional y aumenta los riesgos de propagación”, reconoce Michel Dubosc.
“El Astarac Bigorre es un animal sensible que necesita espacio”
Por su parte, Thierry Dubarry se apresuró a respetar las directivas nacionales, además de las habituales medidas de bioseguridad, teniendo en cuenta la especificidad de la raza local.
“Los pollos negros de Astarac Bigorre son animales sensibles que necesitan espacio”, explica el criador. “Por eso no podemos privarlos de su libertad de la noche a la mañana. Empezamos reduciendo muy significativamente los recorridos de las aves en perímetros de 50 a 60 m2. En unos días confinaremos a los animales. En nuestra granja tenemos la suerte de tener siete edificios.
Podremos separar los lotes y reducirlos de 600 a 300 animales por edificio. A esto se suman medidas de bioseguridad reforzadas, como restricciones al movimiento entre criadores o al acceso a las granjas. Debemos estar especialmente atentos. A menudo tengo que decirles a los clientes de las posadas agrícolas que no pueden ver los animales en su plato, a riesgo de crear cierta frustración”.
Michel Dubosc añade que Francia es “el primer país europeo que realiza una vacunación masiva de moscas acuáticas” con especificaciones muy estrictas que garantizan la trazabilidad de los animales.
Medidas draconianas imprescindibles y un mal menor para evitar la sanción definitiva del sacrificio “sanitario” de animales, que sería un desastre económico, a pocas semanas de las vacaciones de Navidad y de la venta de aves de corral festivas.
“En caso de sacrificio “sanitario”, en una manada de 4.000 aves como la mía, la pérdida de peso muerto sería de 80.000 euros, de los cuales 24.000 euros sólo para los capones”, subraya Thierry Dubarry.
Sin riesgo de contaminación para los humanos.
Sin embargo, Michel Dubosc recuerda que “no existe ningún riesgo de contaminación de la enfermedad para los seres humanos y que la opción de sacrificio masivo de animales adoptada por las autoridades públicas para evitar la propagación de la gripe aviar ha sido revisada caso por caso. Estos animales todavía pueden ser sacrificados y consumidos.
A menos que se produzca un cambio importante en la situación sanitaria, el restaurador Thierry Dubarry podrá seguir cocinando y sirviendo los pollos del criador Thierry Dubarry. Buenas noticias para los clientes de su mesón agrícola que podrán seguir disfrutando de sus productos de excepcional calidad.
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