El cáncer de próstata afecta cada año a casi 7.400 hombres en Suiza, lo que lo convierte en el cáncer más común entre los hombres. Esto es más que el cáncer de mama que afecta a 6.000 mujeres al año. “En el Jura, registraremos más de 70 biopsias positivas en 2024”, recordó Séverine Leisten, enfermera remitente del Centro de Próstata del Jura. Si las cifras pueden parecer aterradoras, las palabras de Dr Adile Ahmed quiere dar tranquilidad. “Es una enfermedad que conocemos mejor. Para tratarla no hay que tener miedo de hablar de ella y hacerse pruebas”, explica el urólogo que trabaja en el Hospital del Jura. Sobre todo porque el cáncer de próstata suele ser asintomático.
“Es recomendable hacerse el cribado cada dos años desde los 50 hasta los 75 años, e incluso más allá de esta edad”, subraya. Si existe predisposición genética o antecedentes de cáncer en la familia, se recomienda hacerse la prueba a los 45 años. Este primer examen consiste en un análisis de sangre que puede complementarse con un tacto rectal. Estos exámenes dan una primera indicación. “Sólo una biopsia de próstata puede diagnosticar este cáncer”, especifica el médico.
Tres opciones discutidas
Para tratar el cáncer de próstata se han presentado tres soluciones: vigilancia activa, cirugía y radioterapia. “La vigilancia activa es una opción de tratamiento recomendada para el cáncer de próstata de bajo riesgo. Se realizan exámenes cada seis meses para controlar la evolución de la enfermedad, lo que requiere confianza mutua entre el paciente y el médico tratante”, señala el Dr Ahmed. La cirugía implica la extirpación de la próstata, la radioterapia es una técnica de radiología radiactiva.
“Las posibilidades de recuperación entre la cirugía y la radioterapia son idénticas. La elección del tratamiento depende del estado de salud y de la edad del paciente”, explica el Dr.r Jens Lustenberger, especialista en oncología radioterápica del Hospital Universitario de Basilea. Este cáncer es curable. La tasa de supervivencia a 5 años es del 91%.
una necesidad de hablar
Actualmente, existen preocupaciones sobre estos tratamientos debido a los efectos secundarios, incluida la disfunción eréctil y la incontinencia. “Quería algo más. Necesitaba tiempo para comprender y aceptar el diagnóstico. Era inconcebible para mí decir adiós a mi vida sexual”, testificó un ex paciente, ahora completamente curado. Si todavía es difícil hablar, sigue siendo necesario. “Os animo a seguir adelante y encontrar a alguien de confianza. Hay que hablarlo, intercambiar ideas entre hombres”, continúa.
Activo desde hace un año, el grupo de apoyo “CaP Jura” es unidireccional. Durante el año pasado se celebraron ocho reuniones que congregaron a una veintena de personas. El colectivo quiere seguir desarrollándose. También se ha creado una asociación para ofrecer otras actividades.
Las personas interesadas en el grupo de debate pueden ponerse en contacto con Vincent Bédat por correo electrónico en o obtener más información en el sitio web www.capjura.ch.
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