El Centro Hospitalario Neurológico William Lennox (CHNWL) acaba de adquirir, gracias a una donación al Fondo Lennox, un simulador de conducción de automóviles de última generación, destinado a la rehabilitación neurológica. Este dispositivo, basado en realidad virtual e integrando diversos escenarios de conducción, permite a los pacientes recuperar progresivamente su autonomía al volante en un entorno seguro.
Aprender a conducir nuevamente después de una lesión cerebral es un desafío importante para muchos pacientes, que a menudo requiere un descanso de la conducción de seis meses o más. Este simulador de última generación, único en Valonia, ofrece una experiencia inmersiva que responde a las necesidades específicas de la rehabilitación neuropsicológica y de terapia ocupacional. “Para nosotros era obvio ofrecer esta tecnología innovadora a nuestros pacientes”, explica Olivier d’Arripe, coordinador paramédico del CHNWL. “El simulador ayuda a estimular y evaluar funciones cognitivas esenciales al tiempo que proporciona un marco práctico para adaptar las habilidades motoras”.
Técnicamente, el simulador es flexible y permite reproducir diversos contextos de conducción: en ciudad, en el campo, con mucho tráfico o en condiciones meteorológicas difíciles. “La tecnología nos permite medir objetivamente el progreso de los pacientes en relación con la conducción”, añade.
Beneficios terapéuticos para la rehabilitación cognitiva y motora
Este simulador constituye una valiosa herramienta para los terapeutas. “A través de situaciones de conducción reales, evaluamos funciones de atención, como la capacidad de los pacientes para prestar atención y reaccionar”, explica Myrte Reniers, neuropsicóloga del CHNWL. Y añade: “También medimos habilidades ejecutivas, como la impulsividad, la anticipación, la flexibilidad y la adaptación a cambios repentinos, por ejemplo, cuando un peatón cruza la calle”.
Los beneficios psicológicos también son significativos. El simulador proporciona a los pacientes una sensación de seguridad y control, reduciendo la ansiedad que a menudo se asocia con la rehabilitación. Esta inmersión virtual les ayuda a recuperar la confianza en sí mismos y la motivación. “El simulador también permite trabajar en ‘tareas dobles’, como conducir mientras charla con un pasajero o sigue las instrucciones de un GPS”, precisa, subrayando que estas tareas mundanas representan un desafío para las personas afectadas por trastornos neurológicos.
Aprendizaje adaptado a necesidades motoras específicas
El simulador también proporciona un entorno de entrenamiento para pacientes con funciones motoras deterioradas. “Aprenden a dominar dispositivos como una transmisión automática o una bola del volante, mientras continúan con las acciones clásicas: ponerse el cinturón de seguridad, utilizar los intermitentes, etc.”, explica Julie Klinck, terapeuta ocupacional del CHNWL. “Los pacientes tienen el tiempo necesario para entrenar e integrar estos dispositivos a su propio ritmo”.
Pacientes motivados y confiados.
Para los pacientes, este simulador resulta ser una herramienta valiosa y motivadora. “Con el simulador de conducción me doy cuenta de todos los pequeños errores que cometo ahora. Poder entrenar de forma divertida es tranquilizador y motivador”, confiesa un paciente. “Para mí es importante poder conducir. Conducir es autonomía, libertad”.
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