Cuando se trata de afecciones que causan el herpes zóster, el asma no es necesariamente la primera enfermedad que nos viene a la mente. Sin embargo, debido al uso de terapia con corticoides (orales o inhalados), parece lógico pensar que el asma podría, al igual que la diabetes, la EPOC o la insuficiencia renal crónica, favorecer la aparición del herpes zóster.
Según el concepto de mayor fragilidad de los asmáticos ante las infecciones virales y debido al uso en su tratamiento de terapias con corticosteroides que contribuyen a reducir la inmunidad, merece ser evaluada la carga general del herpes zóster y sus complicaciones secundarias en esta área. Para llenar este vacío, KJ Mortimer et al. establecieron una revisión sistemática de la literatura basada en 19 estudios, 6 de los cuales eran suficientemente comparables como para permitir un metanálisis.
1 adulto asmático tiene entre un 23 y un 36 % más de riesgo de contraer culebrilla que un no asmático
En asmáticos de al menos 18 años, la incidencia combinada (intervalo de confianza del 95%) de herpes zóster es de 5,71 (4,68 – 6,96) por 1.000 personas-año. En sujetos menores de 60 años, este valor es de 4,20 (3,09 – 5,70) por 1.000 personas-año frente a 10,33 (9,17 – 11,64) en sujetos de edad > 60 años, respectivamente (p.
En total, un asmático de al menos 18 años tiene entre un 23 y un 36% más de riesgo de contraer culebrilla que un no asmático. En cuanto al herpes zóster oftálmico, los datos se limitan a un estudio que evalúa el riesgo de aparición de esta localización en adultos asmáticos en comparación con un grupo de control. El herpes zóster oftálmico se encuentra allí con más frecuencia que en la población general: índice de riesgo ajustado (ARR) de 1,90 (1,10 – 3,20).
La terapia con corticosteroides orales aumenta el riesgo de culebrilla en pacientes asmáticos
Un elemento esencial en el análisis de la relación asma-culebrilla es la influencia del tratamiento con corticosteroides inhalados o no inhalados en la aparición de la infección. Los autores indican que es principalmente la terapia con corticosteroides (AO) orales la que aumenta el riesgo de culebrilla. La ARR para el herpes zoster fue mayor en los asmáticos tratados con anticonceptivos orales que en los que no los tomaban: valor de 1,33 (1,25 – 1,42) versus 1,17 (1,12 – 1,21), respectivamente.
En cuanto a la terapia con corticosteroides inhalados, la monoterapia no tiene ningún riesgo significativo y es la asociación de la molécula con un mimético β2 de acción prolongada la que conlleva un riesgo: ARR de 1,15 (1,07 – 1,25).
Para otros tratamientos (en particular la bioterapia), los autores no proporcionan información definitiva debido al bajo número de estudios. Finalmente, los autores encontraron que en los asmáticos, la culebrilla causa más complicaciones como el dolor post-zooster: ARR de 1,21 (1,06 – 1,37).
Este metanálisis establece con mayor precisión las relaciones hasta ahora no demostradas entre el asma y el herpes zóster, a saber: un mayor riesgo de infección en adultos asmáticos que aumenta con la edad y la asociación entre la toma de CO y la aparición de herpes zóster. Persisten áreas grises que futuros estudios merecerían explorar, en particular: los vínculos entre el asma y el herpes zóster oftálmico, el impacto de las bioterapias sobre el riesgo de herpes zóster y los datos en sujetos ancianos institucionalizados.
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