Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican aproximadamente 542.000 nuevos casos de cáncer masculino en África, lo que provoca casi 336.000 muertes anuales. Esta carga creciente impone un costo social y económico considerable a los sistemas de salud que a menudo carecen de financiación suficiente.
El cáncer de próstata es más común entre los hombres en África y representa aproximadamente el 23% de los cánceres masculinos diagnosticados en la región. En África occidental, por ejemplo, representa más del 30% de los cánceres en hombres. La mortalidad por este cáncer es particularmente alta debido a la falta de detección temprana y de infraestructura médica adecuada. En muchos países africanos, el acceso a la atención sanitaria especializada, como la oncología, es limitado, lo que obliga a los pacientes a viajar largas distancias para recibir un diagnóstico o tratamiento.
El cáncer de hígado también está muy extendido, especialmente en los países del África subsahariana, donde a menudo está relacionado con infecciones crónicas por hepatitis B. De hecho, se estima que uno de cada ocho africanos es portador crónico del virus de la hepatitis B. aumentando así el riesgo de desarrollar cáncer de hígado. Según la OMS, el cáncer de hígado representa aproximadamente el 15% de las muertes por cáncer entre los hombres en el África subsahariana.
El tabaquismo, aunque menos frecuente que en Occidente, también contribuye al aumento del cáncer de pulmón, especialmente en el norte de África y en determinadas regiones urbanas. El consumo de tabaco en algunos países africanos ha aumentado un 52% en los últimos diez años, lo que ha provocado un aumento de los cánceres relacionados con esta práctica. En 2022, la OMS estimó que alrededor de 70.000 hombres africanos murieron cada año por cáncer de pulmón, una cifra que podría aumentar aún más si no se toman rápidamente medidas de prevención.
La falta de concienciación y de acceso a los exámenes de detección es un problema crucial. En muchas regiones, la prevención sigue siendo mínima y los diagnósticos suelen llegar tarde, lo que reduce las posibilidades de supervivencia. Según un estudio publicado por The Lancet Oncology, sólo el 10% de los países africanos cuentan con un programa nacional de control del cáncer y, en aquellos que lo tienen, los recursos siguen siendo limitados.
Por lo tanto, la OMS y otras organizaciones sanitarias mundiales piden que se intensifiquen los esfuerzos para mejorar la detección y el tratamiento de los cánceres masculinos en África. La inversión en infraestructura sanitaria y la sensibilización pública son prioridades absolutas. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, muchos cánceres masculinos pueden tratarse con éxito, lo que aumenta las posibilidades de supervivencia de millones de hombres africanos.
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