Dos veces al mes, nuestro periodista responde a las preguntas de los lectores sobre salud y bienestar.
Publicado a las 1:28 a.m.
Actualizado a las 7:00 a.m.
¿Todavía no hay forma de aumentar tu sistema inmunológico?
Jean Pellerin
El sistema inmunológico está formado por células, tejidos y órganos, y su función es crucial: protege al organismo contra infecciones y enfermedades. A medida que regresa la temporada de frío (¡que también es la de los virus respiratorios!), es normal preguntarse si hay algo que hacer para favorecer las defensas inmunitarias del organismo.
Pero primero, un poco de historia.
En el apogeo de la pandemia de COVID-19, los científicos advirtieron a la gente sobre las afirmaciones asociadas con productos naturales para la salud, como aquellos que “estimulan el sistema inmunológico”. La pandemia también ha puesto de relieve la falta de control que rodea a estas afirmaciones sin fundamentos científicamente creíbles y a menudo vagas. En salud pública, la situación se vuelve problemática cuando estos suplementos reemplazan enfoques médicos validados (como la vacunación) y dan a las personas una falsa sensación de seguridad.
¿Significa esto que no hay nada que puedas hacer para que tu sistema inmunológico sea más eficaz? Si bien no existe una solución milagrosa, no puedes equivocarte manteniendo… hábitos de vida saludables.
“Cuando haces cosas buenas para tu cuerpo, ¿eso hace cosas buenas para el sistema inmunológico? Probablemente sí”, resume el neurólogo Jack Antel, profesor de la Universidad McGill y miembro asociado del departamento de microbiología e inmunología.
Cuando las personas que lo rodean le hacen esta pregunta, el investigador André Veillette les responde lo siguiente: “Intenten tener una vida lo más equilibrada posible, tener una nutrición lo más equilibrada posible, tratar sus enfermedades si las padecen, vacunarse y usar mascarillas. cuando necesitas usarlos. » Lo ideal es que también tratemos de no fumar y no beber demasiado, añade el Dr Veillette, directora de la Unidad de Investigación de Oncología Molecular del Instituto de Investigación Clínica de Montreal. Hacer ejercicio y dormir bien también puede resultar beneficioso.
“¿Existe evidencia científica rigurosa que demuestre que ser prudente y comer bien prevendrá infecciones? Tampoco pondría en juego mi reputación científica en ello. No está claro, pero es lógico”, resume André Veillette.
Una buena idea, ¿suplementos?
Los consumidores pueden preguntarse si deberían tomar suplementos dietéticos, como vitamina C, vitamina B o minerales como el zinc.
En su hoja de información pública, la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos aconseja obtener de la dieta todas estas vitaminas y minerales, que sí son importantes para el sistema inmunológico. “En la mayoría de los casos, si no tienes deficiencia, aumentar la ingesta de vitaminas y minerales a través de suplementos dietéticos no ayuda a prevenir infecciones ni a recuperarte más rápidamente de ellas”, dice allí.
“Para las personas que llevan un ritmo de vida normal, con una alimentación normal, hay muy pocas pruebas de que estos suplementos sean importantes o necesarios para proteger contra las infecciones o para estimular el sistema”, afirma André Veillette, según quien, no obstante, debemos respetar la decisión de quienes la toman.
¿Y los tratamientos?
En el mundo médico, existen formas de estimular el sistema inmunológico. Cuando te vacunas, por ejemplo, el sistema inmunológico reconoce el elemento inactivo o debilitado del organismo contra el que quieres protegerte y produce anticuerpos. “En casi todas las vacunas añaden una sustancia llamada adyuvante, que hace que el sistema inmunológico esté más activo y la respuesta sea más fuerte”, explica el Dr.r Jack Antel.
El fortalecimiento del sistema inmunológico es ahora el núcleo de los nuevos tratamientos contra el cáncer. Mientras que la quimioterapia y la radioterapia atacan las células cancerosas, la inmunoterapia moviliza el sistema inmunológico para que pueda reconocer y destruir las células cancerosas.
Además, determinados pacientes pueden recibir anticuerpos que les permitan combatir los virus y bacterias que encontrarán, añade el Dr Mirar. Este es el caso de quienes padecen inmunodeficiencia congénita. También se pueden administrar tratamientos para contrarrestar la debilidad del sistema inmunológico inducida por la quimioterapia, añade. “Pero no es algo que haríamos en personas sanas, porque puede haber efectos secundarios”, subraya el investigador.
El neurólogo Jack Antel señala algo importante: un sistema inmunológico demasiado fuerte también puede tener consecuencias negativas. En las enfermedades autoinmunes, por ejemplo, el sistema inmunológico –disfuncional– ataca componentes del cuerpo. “Trabajo en esclerosis múltiple y creemos que en esta enfermedad el sistema inmunológico es demasiado fuerte y está dirigido contra un objetivo en el cerebro”, explica. Para controlar la enfermedad, los médicos utilizan medicamentos que reducen la respuesta inmunitaria.
Related News :