No necesariamente lo habrías pensado, pero este plato francés contiene la mayor cantidad de calorías.
La gastronomía francesa brilla en el mundo con sus platos heredados de su cocina ancestral. Desde el buey bourguignon hasta el cassoulet, pasando por los caracoles al perejil, la bullabesa, la quiche lorraine o el Steak tartar, estos platos generosos que consagran la cocina francesa como un arte de vivir por derecho propio deleitan el estómago. Pequeño inconveniente pero no menos importante, si son ricos en sabores, también lo son en calorías. Pero entonces, ¿qué plato de colores azul, blanco y rojo tiene la ventaja en términos de grasa?
Es una especialidad francesa de la que los franceses están orgullosos y no es ni raclette, ni tartiflette, ni fondue de Saboya. Nada de esa buena comida reconfortante de invierno llena de queso… Este es un plato de fiesta, originario ¡del suroeste de Francia, estrella de los entrantes navideños! ¿Lo adivinaste? Así es el foie gras, el plato que destrona a todos los demás en cuanto a calorías, según la revista Me interesa. Con su textura fundente, obtenida a partir de hígado fresco procedente de la engorda de patos y gansos, el foie gras es principalmente rico en lípidos y, por tanto, muy graso. De hecho, una ración de 100 g de foie gras de pato entero cocido aporta alrededor de 535 calorías. En comparación, las ostras y el pavo braseado sólo contienen 100 calorías para el mismo peso.
Pero tenga la seguridad de que, según Alexandra Murcier, dietista nutricionista de la revista Santé, “un consumo moderado de foie gras no le hará engordar más que un plato con salsa, un trozo de tronco de Navidad u otro alimento (…) ¿Qué hace que Sin embargo, lo que aumenta de peso es la frecuencia con la que consume este producto y en qué cantidad. Este plato, al ser relativamente caro (47 euros el kilo), se consume principalmente durante las celebraciones de fin de año, por lo tanto de forma ocasional. Otra ventaja es que rara vez utilizamos un segundo plato de foie gras, lo que rara vez ocurre durante una velada de raclette.
Los alimentos más grasos de todos son, por tanto, aquellos cuyas grasas son de origen animal. “Estos últimos no aportan grasas buenas y son responsables del colesterol malo”, explica la revista ça m’intereste. De hecho, el foie gras contiene 380 mg de colesterol por cada 100 gramos. Pero que no cunda el pánico, no vas a privarte de él durante las vacaciones: una fina loncha de foie gras, de 50 gramos, sólo corresponde a 250 calorías, insuficientes para hacer queso con ella, sobre todo si tu entrante es acompañado de un plato principal más ligero y postre… Lo importante es disfrutar, pero con moderación.
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