“Un regalo que te hace sonreír”. Este miércoles 16 de octubre, la asociación Bastiaise Endur’Ensemble una oferta 450 cestas de cuidadosvalorados en unos cien euros cada uno, 450 pacientes corsos que padece cáncer de mama. Distribuciones organizadas simultáneamente a media mañana en cuatro establecimientos de la isla: el centro hospitalario de Bastia, la clínica Maymard, el centro hospitalario de Ajaccio y el centro hospitalario de Corte-Tattone.
Dentro de estas cestas, un kit de cuidados, específicamente elegido para satisfacer las necesidades de las pieles debilitadas por tratamientos de quimioterapia y radioterapia : aceites de ducha, diferentes cremas hidratantes, esmaltes de uñas anti-UV, productos con aceite de ricino o propiedades especiales para ayudar a que el cabello, las pestañas y las cejas vuelvan a crecer. Y algunos obsequios adicionales como una botella de agua o bolsitas pequeñas.
Hasta 700 personas para el Relais rose
“Esta atención es esencial durante el tratamiento, pero lamentablemente hay que pagarla. Cuando yo misma estuve enferma, me di cuenta de que para algunas mujeres estaba fuera del presupuesto. Esto era intolerable para mí, testifica Carole Pistorozzi, de la asociación Endur’Ensemble. Es una necesidad real. Tanto es así que incluso mujeres del continente nos han contactado para obtener un paquete. Hemos enviado algunos, estamos haciendo lo que podemos en nuestra escala.”
La asociación crea estas cestas a través de colaboraciones, pero también de donaciones o de la organización de eventos como el Relais Rose, que se celebró el sábado 12 de octubre en Cap Corse. Entre 600 y 700 personas (corredores, caminantes y ciclistas) recorrieron más de 100 kilómetros desde Patrimonio, para llegar a Bastia, recorriendo la microrregión.
Este miércoles también se repartieron otros productos: unos cuarenta cojines y kits de mastectomía, así como unas sesenta bufandas, pañuelos o gorros para la alopecia.
“Esta distribución no es el resultado de un solo evento, es el resultado del trabajo realizado durante todo el año, especifica Carole Pistorozzi. Y, además, nos comprometemos a reponer productos para las mujeres que los necesiten, como parte de un tratamiento más prolongado, por ejemplo. Mi puerta siempre está abierta, respondemos preguntas y ayudamos siempre que sea posible. A veces se siente bien tener a alguien fuera de la profesión médica que escucha, un poco como un amigo que ha pasado por lo mismo”.
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