El glioblastoma es el tumor cerebral más común y agresivo. Los tratamientos actuales no son muy eficaces: la supervivencia media tras el diagnóstico es inferior a dos años. Pero la ciencia está progresando. El jueves, un equipo de la Universidad de Ginebra y los Hospitales Universitarios de Ginebra anunciaron un gran avance: los investigadores lograron generar células inmunes que portan un anticuerpo dirigido a las células enfermas del tumor. Luego se destruyen, pero sólo ellos: se conservan los tejidos sanos.
El proceso es el siguiente: se toman células inmunitarias del enfermo, se modifican genéticamente en el laboratorio para dotarlas de anticuerpos que detecten las células tumorales y luego se reinyectan para que puedan atacar al glioblastoma.
Para comprobar que estas células “cuidadosas” sólo atacan a las células enfermas y respetan a las sanas, los científicos las probaron in vitro (es decir, fuera del cuerpo). El experimento se vio coronado por el éxito.
Luego se repitió la operación, pero esta vez in vivo (en un organismo vivo) en glioblastomas de ratón. Se controló el crecimiento del tumor, “prolongando efectivamente la vida de los ratones de manera notable sin signos de toxicidad”, informan los investigadores en un comunicado de prensa. Por tanto, los científicos creen que “todas las señales son verdes para considerar ahora un primer ensayo clínico en humanos”.
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