
Asombro en una pequeña iglesia de Côtes-d’Armor. Dos sacerdotes que oficiaban en la zona pastoral de Loudéac fueron suspendidos después de que dos mujeres denunciaran su comportamiento inadecuado. Uno de ellos presentó una denuncia ante la policía. Se abrió una investigación preliminar “por el cargo de violación”, indica la fiscalía a nuestros colegas de Le Figaro.
En diciembre pasado, dos mujeres adultas “se acercaron a la Iglesia para quejarse de su comportamiento”, afirmó monseñor Denis Moutel, obispo de Saint-Brieuc y Tréguier, asegurando a las dos mujeres su pleno apoyo. “Para ellos como para sus seres queridos, espero que se revele la verdad sobre las acciones denunciadas”, dijo en un comunicado de prensa.
“Para que la investigación pueda desarrollarse pacíficamente, y a la espera de sus conclusiones, pedí a los dos sacerdotes implicados que abandonaran su misión”, añade el obispo. A pesar de la consternación de los fieles, celebró misas, aunque más breves de lo habitual, creyendo que “el silencio habría sido demasiado pesado”.
“Vi esto el viernes en Internet y no pude dormir en toda la noche”, dijo un feligrés al Courrier Indépendant. “Eran sacerdotes sencillos y amigables que sabían hacerse amar”, añade un vecino de Trévé. Otro feligrés recuerda un recuerdo mucho más ambiguo. “¿Por qué no me invitas a tu casa?” » le preguntaba regularmente uno de los sacerdotes.