Desde hace un año, la ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Ocupacional) vigila los cosméticos: cualquier efecto adverso, reacción alérgica, inflamación provocada por una base de maquillaje, un desodorante o un tatuaje se le puede informar en línea.
A mediados de octubre, tras una alerta de la ANSES, el Ministerio de Salud y Lucha contra el Fraude desaconsejó a peluqueros y consumidores los productos alisadores brasileños, muy comunes en el mercado, que contienen ácido glioxílico.
El origen de esta alerta: cuatro casos de insuficiencia renal aguda -actualmente bajo investigación- curados tras hospitalización, en personas que utilizaban productos capilares que incorporaban este ingrediente “potencialmente tóxico”.
En la mayoría de los casos, los efectos indeseables se limitan al ámbito de aplicación del producto cosmético: despigmentación, alopecia por ejemplo.
“Es mejor informar demasiado que poco”
Desde principios de 2024, la ANSES ha ampliado sus misiones para incluir la vigilancia y la experiencia en productos cosméticos y de tatuaje. El departamento de prevención del fraude sigue supervisando el cumplimiento de la normativa por parte de estos productos y puede imponer retiradas del mercado.
La advertencia de la ANSES sobre el ácido glioxílico podría provocar una modificación de su normativa europea. El sitio de construcción es enorme. De unos 30.000 ingredientes cosméticos autorizados en la UE, sólo “unos miles están prohibidos y unos cientos regulados”precisa Sandrine Charles, responsable del proyecto “productos cosméticos” de la Anses.
Actualmente, el seguimiento de las reacciones adversas es una obligación del fabricante. Pero los consumidores, como los peluqueros o los esteticistas, también ayudan a proteger mejor la salud de todos, informando de efectos indeseables: alergia, intoxicación, inflamación, reacciones anormales.
Y esto, independientemente de que el uso del producto cosmético haya sido conforme a las instrucciones de uso o no. “Reportar al industrial, para nosotros, es fundamental”subraya Juliette Bloch, directora de alertas y vigilancia sanitaria de la Anses.
“Sabemos que lo que nos regresa es una parte muy pequeña” casos, pero “Es mejor informar demasiado que poco”insiste.
La “cosmetovigilancia” va acompañada de la “tatouvigilancia”, que monitorea los posibles efectos adversos causados por las tintas para tatuajes.
Alergias e infecciones locales.
“En general, no es muy grave: nos informan principalmente de alergias e infecciones locales” pero está fuera del ámbito de acción de la ANSES, explica Juliette Bloch.
Sin embargo, el informe más eficaz es el de los tatuadores, que informan, después de “Al haber utilizado dicha tinta, se han producido varios casos de infección entre sus clientes”que permite identificar el producto para retirarlo del mercado si fuera necesario.
“Hay muchas prácticas no conformes: algunas personas se tatúan en casa por personas más o menos respetuosas con la higiene”desliza el Dr. Bloch, mencionando un tipo de informe transmitido a las Agencias Regionales de Salud (ARS).
Informes sobre el portal signalement.social-sante.gouv.fr