Ser diagnosticado con cáncer de mama es un shock, tanto emocional como físico. Pero hay un aspecto del que hablamos menos: la realidad financiera de la enfermedad. Pocas personas lo saben, pero muchos costes “paralelos” no están cubiertos por el seguro médico. Para tener un sostén posmastectomía diseñado para su nueva silueta, una peluca enorme o incluso una crema hidratante compatible con la quimioterapia, las pacientes deben meter las manos en la cartera. Con demasiada frecuencia estos gastos se subestiman. Sin embargo, empujan a algunos pacientes a la precariedad. Aquí está el verdadero coste del cáncer de mama, ¡ese del que nadie habla!
Una carga financiera inesperada
en la serie ” Breaking Bad “el protagonista que sufre de cáncer de pulmón, está dispuesto a hipotecar y traficar con metanfetamina para salvar su pellejo y mantener a su familia. Las francesas que padecen cáncer de mama aún no se encuentran en el punto de Walter White, pero también afrontan gastos para los que no estaban necesariamente preparadas. Tienen que pagar por una enfermedad que ni eligieron ni causaron.
En Francia, el cáncer de mama está reconocido como un condición a largo plazo (ALD) por la Seguridad Social, estatus que garantiza Cobertura del 100% de cuidados “esenciales”. Esto quiere decir que tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia, la hormonoterapia o la cirugía son “reembolsados”, pero todo lo que rodea a ello tiene un coste. Transporte para prestar atención, noches de hospitalización, cajas de medicamentos, complementos médicos… hay que leer atentamente la letra pequeña para detectar estos “costes” ocultos.
En 2018-2019, el 22% de los pacientes encuestados por el Observatorio Social del Cáncer declararon haber tenido que incurrir en gastos no reembolsados por la Seguridad Social, desde la fase de diagnóstico. Por lo tanto, las pacientes con cáncer de mama deben pagar de su propio bolsillo necesidades adicionales, pero valiosas. En promedio, estas tarifas pueden variar entre 1.300 y 2.500 eurosuna cantidad significativa que se suma a un período ya difícil.
¿Qué representan estos gastos?
Estos gastos que corren a cargo de los pacientes no son baladíes y se reflejan en la cuenta bancaria. Especialmente entre las mujeres que dejan de trabajar temporalmente para priorizar su salud. Si bien la cirugía reconstructiva y los tatuajes médicos están cubiertos, son “regalos” escasos en comparación con todo lo demás. Los gastos incluyen artículos como:
- La ropa interior adecuada. Después de una mastectomía o una cirugía de mama, las pacientes necesitan sujetadores específicos, a menudo costosos.
- Las pelucas. La quimioterapia a menudo provoca la caída del cabello. Las pelucas de calidad, que permiten a las mujeres recuperar parte de su autoestima, pueden costar varios cientos de euros.
- Productos para efectos secundarios. Hidratantes para pieles dañadas, complementos alimenticios para compensar carencias, cuidados para la sequedad vaginal y muchos otros productos necesarios para gestionar el impacto de los tratamientos.
- Consultas adicionales. Algunos pacientes consultan a profesionales no reembolsables, como naturópatas, osteópatas o psicólogos, para vivir mejor su tratamiento.
Costos que debilitan a los pacientes
Estos costos, incluso si se consideran “secundarios”, siguen siendo esenciales para mantener una calidad de vida aceptable. Pero para muchas mujeres, a veces representan un carga financiera demasiado pesada. Algunos pacientes se ven obligados a tomar decisiones difíciles: renunciar a una peluca que podría ayudarles a reconectarse con su reflejo u optar por productos menos eficaces pero más asequibles.
Los pacientes que reciben el salario mínimo o que están desempleados pueden encontrarse rápidamente en una situación estancamiento financiero. Divididos entre el deseo de curarse y el miedo a quedarse sin dinero, no ven la salida. Esta presión económica se suma a la carga mental y emocional ya inmenso vinculado a la enfermedad. Incluso puede ralentizar el proceso de curación. Porque sí, el estrés financiero tiene un impacto directo en la salud física y mental de los pacientes.
Un proyecto de ley para aliviar a los pacientes
Para remediar todas las deficiencias actuales de la Seguridad Social y ayudar a estas mujeres enfermas, obligadas a hacer sacrificios por su bienestar, el 23 de octubre se examinó un proyecto de ley prometedor. Ella afirma que “cobertura total de la atención relacionada con el tratamiento del cáncer de mama por parte del seguro médico”.
Entre las medidas clave, la introducción de un paquete específico para pacientes que se han sometido a una mastectomía o lumpectomía. Este paquete cubriría productos que hasta ahora no se reembolsaban, como cremas especializadas para aliviar los efectos secundarios de los tratamientos o complementos como ropa interior adecuada.
Pero eso no es todo. A enmienda claveapoyado por el gobierno, va aún más lejos. Ofrece cobertura completa para ciertos cuidados de apoyo. Estos servicios incluyen: actividad física adaptada (APA), apoyo psicológico y asesoramiento dietético. Este proyecto de ley, aunque todavía hay margen de mejora, marca un paso importante hacia una atención más humana y equitativa.
Con la inestabilidad política actual, es difícil saber si esta propuesta de ley llegará a buen término. Pero da esperanza a las pacientes, que todavía soportan el coste del cáncer de mama.