Entre los dulces de Halloween y los speculoos del día de San Nicolás, el final de año es muy glucémico para los niños. Si bien estos excesos pueden parecer anecdóticos, los expertos en nutrición señalan que los hábitos alimentarios infantiles juegan un papel clave en la salud.
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Periodista del departamento de Sociedad.
Por Anne-Sophie LeurquinPublicado el 29/11/2024 a las 17:59
Tiempo de lectura: 3 min
D“azúcar en mis zapatitos”, “oraciones por los dulces”: los versos del canto votivo de los niños buenos para atraer a San Nicolás revelan el potencial glucémico de esta tradición, apenas un mes después de la cosecha de dulces de Halloween. Apreciados tanto por los pequeños crédulos como por los adultos, estos momentos gourmet deben ser excepcionales y supervisados.
La OMS recomienda limitar los azúcares al 10% de la ingesta energética diaria, o 50 gramos (unos seis terrones de azúcar o diez cucharaditas), sabiendo que la mayoría de los azúcares que se consumen hoy en día están ocultos en los alimentos procesados. Por ejemplo, una cucharada de ketchup contiene unos 4 gramos (aproximadamente una cucharadita) de azúcares libres y una lata de refresco tiene hasta 40 gramos de azúcar (unas diez cucharaditas).
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