Presente en Limoges desde el jueves 28 de noviembre y hasta el viernes 29 de noviembre en el 25º foro de la federación SOS Hepatitis y Enfermedades del Hígado, su vicepresidente Frédéric Chaffraix, de 43 años, descubrió en 2004 que padecía hepatitis C, contraída tras una transfusión de sangre. al nacer. Se recuperó en 2014.
Aunque no es médico, este paciente se convirtió en jefe del Servicio Experto de Lucha contra las Hepatitis Virales en Alsacia (SELHVA), en el Hospital Universitario de Estrasburgo. Entrevista.
SOS Hepatitis y Enfermedades Hepáticas existe desde 1996. ¿Cómo ha evolucionado el papel de esta federación?
“La idea inicial de nuestro presidente Pascal Mélin era ayudar a los pacientes aislados a ayudarse unos a otros y mejorar su calidad de vida y su atención. Se trataba sobre todo de pacientes que padecían hepatitis C, una patología entonces vergonzosa y estigmatizada, porque a menudo estaba asociada al consumo de drogas, aunque la mitad de los pacientes eran personas a las que se les había transfundido sangre contaminada.
Independientemente del modo de contaminación, había que avanzar y la llegada de nuevos tratamientos en 2014 fue una revolución. En tan sólo unos meses, fue posible curar la hepatitis C. Sin embargo, el virus no ha desaparecido como se esperaba, sigue presente entre los presos, los consumidores de drogas, los inmigrantes, en la población con trastornos psiquiátricos…
Seguimos trabajando en estas hepatitis virales, pero estamos movilizados en todas las enfermedades del hígado –sobre todo porque curarse del virus no significa que la enfermedad haya desaparecido y que no se produzca cirrosis o cáncer– y en la prevención del cáncer de hígado, que puede conciernen a todos, no sólo a las personas con hepatitis alcohólica. »
De hecho, la asociación está implicada en el hígado graso o la enfermedad de los refrescos, que puede tener consecuencias dramáticas…
“Se trata de hepatitis metabólicas, que a menudo se detectan en personas con sobrepeso, diabetes e hipertensión, relacionadas con nuestro estilo de vida y nuestra dieta. El reto es mejorar el cribado de estas enfermedades para anticipar el tratamiento y evitar muertes, pero también para cuidar nuestro hígado.
Por ejemplo, lanzamos “Junio sin azúcares añadidos” para generar conciencia colectiva sobre nuestro consumo de azúcar y productos procesados. En la misma línea, nos gustaría que Nutriscore fuera obligatorio. »
¿Es suficiente el cribado de estas enfermedades hepáticas?
“El hígado es la causa de enfermedades silenciosas. No vamos al médico porque nos duele el hígado. Es necesario un análisis de sangre para detectar una posible fibrosis hepática que puede confirmarse mediante un fibroscan en el hospital…
Pensamos en la diabetes, la obesidad, la hipertensión, pero desde 2020 nos hemos olvidado del hígado, este órgano vital. Hacemos un llamado a las autoridades públicas para que fortalezcan la política de reducción de riesgos. Pero hoy, con el freno al gasto, la prevención debe hacerse con medios constantes… Es complicado y, sin embargo, es un desafío de futuro que tendrá un coste si no se tiene en cuenta. »
Comentarios recogidos por Hélène Pommier