Si conocemos los efectos del alcohol en los humanos, este animal tiene una resistencia ilimitada.
Si beber con moderación es un lema que todo el mundo conoce, un animal tendría la capacidad de escapar de él. Es el único ser vivo capaz de consumir cantidades extremas de alcohol sin que su comportamiento cambie. No hay resaca por lo que para este animal algunos lo envidiarían mucho. En cualquier caso, así lo atestigua un estudio publicado recientemente en la revista. PNAS.
Para realizar esta observación, los especialistas alimentaron a este animal con una solución que contenía etanol, como única fuente de energía durante una semana. La concentración de etanol varió entre 0 y 80%. No se observaron cambios significativos ni impacto en la esperanza de vida. Tampoco generó dependencia, ya que el animal no mostró preferencia entre esta solución alcohólica y el agua azucarada.
¿Cómo explicar esta resistencia? De hecho, este animal es un consumidor natural de etanol. Se encuentra especialmente en el néctar de las flores, hasta un 3%, y en determinadas frutas, como las uvas, puede aumentar hasta un 12% a medida que se descomponen y fermentan. También está en contacto con la levadura Saccharomyces cerevisiae, que se utiliza en particular para elaborar cerveza. A menudo la transporta en su tracto digestivo, convirtiéndose en un reservorio natural de esta levadura. Además, esta especie metaboliza el etanol muy rápidamente gracias a la presencia de varias copias del gen que codifica la enzima ADH. Esta enzima es la que participa en la desintoxicación del etanol.
El animal que también se muestra testarudo cuando se trata de alcohol es un insecto: el avispón oriental, que forma parte de la familia de las avispas. Este avispón vive principalmente en Oriente Medio y Asia, pero en los últimos años se han identificado algunos individuos en Francia.
Otros animales, como primates o roedores, también pueden ingerir etanol, pero sólo en concentraciones que oscilan entre el 1 y el 4%. Más allá de eso, este consumo les resulta perjudicial, a diferencia del avispón oriental. Asimismo, se realizó una prueba sobre los efectos del alcohol en las abejas. Rápidamente sufrieron dificultades para volar, se volvieron más agresivos y vieron disminuir su esperanza de vida.
“Nuestro estudio establece que el avispón oriental es un modelo animal único para la investigación relacionada con el alcohol, con aplicaciones potenciales en muchas disciplinas, incluida la medicina”, concluyeron los investigadores. Es probable que más estudios puedan ayudar a desarrollar mejores tratamientos para la adicción.