Desde 2022 se recomienda la vacunación contra la tos ferina a las mujeres embarazadas, con el objetivo de proteger a los lactantes contra sus formas graves. En 2024, en un contexto de resurgimiento de la enfermedad, el 65,5% de las mujeres embarazadas respetaron las instrucciones.
La vacunación de las mujeres embarazadas contra la tos ferina es recomendada desde 2022 por la Alta Autoridad Sanitaria (HAS), sin ser obligatoria, para reducir el riesgo de formas graves en recién nacidos y lactantes. ¿Se siguió este mensaje, particularmente en el contexto de un resurgimiento de la epidemia de tos ferina en 2024? Para averiguarlo, el grupo Epi-Phare (ANSM/seguro de salud) realizó un estudio utilizando el sistema nacional de datos sanitarios (SNDS), analizando el estado de vacunación de más de 300.000 mujeres que quedaron embarazadas entre el 1 de agosto de 2023 y el 31 de marzo de 2024. y haber cumplido al menos 34 semanas de embarazo el 1 de octubre.
Al final, el 65,5%, es decir dos tercios de ellos, fueron vacunados, incluido más del 90% entre el 18 y el 20 de diciembre.mi y el 34mi semana de embarazo. Luego de diferenciar a las mujeres cuyo embarazo comenzó entre agosto y diciembre de 2023 de aquellas que comenzaron en 2024, las tasas de vacunación fueron de 63,8% y 72,4%, respectivamente. Las dos vacunas más utilizadas fueron Repevax (67,4%) y Boostrixtetra (32,2%).
“Estos resultados muestran que la vacunación de las mujeres durante el embarazo contra la tos ferina fue ampliamente seguida durante la epidemia de 2023-2024, a pesar de su carácter no obligatorio”, concluyen los investigadores. Estos últimos recuerdan que la tasa de vacunación ha aumentado significativamente desde la recomendación del HAS: pasó del 2% de las mujeres embarazadas vacunadas en 2021 al 12% en 2022, luego al 41% en 2023, para llegar al 65,5% en 2024, en un contexto epidémico. .
Sin embargo, el estudio revela fuertes disparidades a nivel regional. De hecho, las tasas fueron significativamente superiores a la media nacional (entre el 70% y el 81%), en regiones situadas en el norte y el oeste de Francia, como Países del Loira, Bretaña, Normandía, Nueva Aquitania y Altos de Francia. Por el contrario, los tipos bajos se observaron en particular en la República Democrática del Congo (15,9% en Guadalupe, 8,1% en Martinica y 5,1% en Guyana), así como en Córcega (46,2%), en Provenza-Alpes-Costa Azul. (58,7% con 31,1% en el departamento de Alpes de Alta Provenza), en Île-de-France (59,3% con tasas muy variadas que van del 46,6% para Val-d’Oise al 75,1% para París). “Es necesario implementar medidas para mejorar la cobertura de vacunación en determinados departamentos”estiman los autores.