“Francia continúa produciendo y exportando sustancias activas peligrosas, cuyo uso está prohibido en su propio territorio debido a su toxicidad para la salud y el medio ambiente”, subrayaron ambas organizaciones en un comunicado de prensa conjunto el miércoles. Para ampliar la prohibición a las sustancias activas, el CCFD-Terre Solidaire y el Instituto Veblen, un grupo de expertos que reflexiona sobre la transición ecológica, quieren anular y reescribir una circular de 2019 que “especifica las condiciones de aplicación” de la ley. Remitieron el asunto al Consejo de Estado el 7 de agosto y presentaron el escrito final el 4 de noviembre, indican.
“Inconsistencia inaceptable”
La circular confirma que “la medida de prohibición sólo afecta” a los productos fitosanitarios y no a “la actividad de síntesis de sustancias activas”. “Va en contra del objetivo de la ley, es decir, reforzar la protección de la salud pública y del medio ambiente, y la hace ineficaz”, juzgan las dos organizaciones, denunciando una “incoherencia inaceptable”. En 2023, según cifras de Public Eye, Francia ha “aprobado la exportación de 7.294 toneladas de pesticidas prohibidos” por parte de Bruselas, incluidas “4.500 toneladas de pesticidas prohibidos en forma de sustancia activa”.
Pesticidas cada vez más utilizados en el mundo
Los agricultores consumieron 3,54 millones de toneladas de sustancias activas en 2021, un 11% más en diez años y casi el doble que en 1990, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
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