Los antecedentes maternos influyen en el riesgo de problemas psiquiátricos en el niño.

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LO ESENCIAL

  • Los hijos de madres con antecedentes de trastornos alimentarios o cuyo IMC antes del embarazo estaba por encima del peso normal tenían un mayor riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos.
  • Sin embargo, los tamaños del efecto son generalmente mayores para los trastornos alimentarios maternos que para el IMC.
  • Estos hallazgos sugieren que es necesario considerar clínicamente ambas exposiciones para ayudar a prevenir enfermedades mentales en los niños.

Lo sabemos: la nutrición materna es esencial para el desarrollo fetal. Así, los trastornos alimentarios (TDE) pueden influir en este proceso y contribuir al desarrollo de problemas mentales en los niños. En un nuevo estudio, investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) quisieron examinar la relación entre los trastornos alimentarios maternos y el índice de masa corporal (IMC) antes del embarazo, por un lado, y los diagnósticos psiquiátricos de los niños, por otro.

Trastornos psiquiátricos: mayor riesgo en hijos de madres con disfunción eréctil

Para realizar el trabajo, publicado en la revista Red JAMA abiertautilizaron registros nacionales finlandeses. El equipo revisó datos de 392.098 madres. Entre ellas, 6.273 tenían antecedentes de trastornos alimentarios, 23.114 madres tenían bajo peso antes del embarazo y 208.335 madres tenían sobrepeso u obesidad. En total, se incluyeron en el trabajo 649.956 niños, nacidos entre el 1 de enero de 2004 y el 31 de diciembre de 2014. Llevaron a cabo nueve exámenes psiquiátricos y de desarrollo neurológico.

Al final del seguimiento hasta el 31 de diciembre de 2021, 106.777 niños habían recibido un diagnóstico psiquiátrico o de neurodesarrollo. Incluso después de ajustar por factores potenciales, los trastornos alimentarios maternos, el bajo peso antes del embarazo y el sobrepeso o la obesidad se asociaron con la mayoría de los diagnósticos mentales estudiados en niños pequeños. “Los tamaños del efecto fueron generalmente mayores para los trastornos alimentarios maternos que para el IMC, pero en asociación con los trastornos del sueño infantil y los trastornos del funcionamiento social y los tics, mientras que para la obesidad materna grave antes del embarazo, las discapacidades intelectuales de los hijos tuvieron el mayor tamaño del efecto”.podemos leer en los resultados.

Profundizar el conocimiento “para el desarrollo de un manejo y tratamiento relevante”

Según los autores, los riesgos de los niños de sufrir otros trastornos alimentarios en la niñez y la primera infancia y trastornos de déficit de atención/hiperactividad y de conducta fueron elevados en asociación con malos resultados al nacer. “Profundizar en el conocimiento de estas asociaciones y los mecanismos biológicos subyacentes puede proporcionar información útil para el desarrollo de manejo y tratamiento relevantes”. concluyeron.

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