Investigadores franceses han identificado una nueva molécula responsable de desencadenar la inflamación que causa las enfermedades respiratorias alérgicas. El descubrimiento es una nueva esperanza para los pacientes con alergias graves, especialmente asma.
TL1 A es el nombre de una nueva molécula que recubre los pulmones, identificada por investigadores del CNRS y cuyo descubrimiento fue publicado a principios de abril en la revista estadounidense Revista de medicina experimental..
Esta molécula forma parte de una familia particular, las alarminas. Actúan como una señal de advertencia, indicando que puede ser necesario protegerse contra un virus, la contaminación o incluso el polen. A veces la molécula reacciona de forma exagerada, provocando una cascada inflamatoria. Una reacción superflua, porque el polen no es intrínsecamente nocivo.
“Ya conocíamos varias alarminas”, explica el miércoles en La Matinale Yannick Müller, médico del departamento de Inmunología y Alergias del CHUV. “Tan pronto como identificamos una nueva alarmina, esto sugiere que potencialmente podríamos bloquearla en el inicio de la inflamación, rompiendo así esta escalada inflamatoria. Esto protegería nuestros pulmones de la inflamación patológica”.
Gracias a este descubrimiento sería posible desarrollar un anticuerpo capaz de bloquear la inflamación. Esta sería una nueva modalidad de tratamiento que ya se utiliza en personas que padecen asma grave y que no responden a los medicamentos.
“Esto permite bloquear directamente la respuesta inmune. Disponemos de diferentes tipos de anticuerpos validados para el asma. El descubrimiento de una nueva alarmina abre la posibilidad de desarrollar un nuevo anticuerpo -que aún no está en el mercado- para bloquear esta inflamación. “, explica Yannick Müller.
Estos anticuerpos podrían usarse para tratar la fiebre del heno más leve, ya que una intervención temprana es interesante para prevenir futuras alergias, según el alergólogo. Si todavía no es así, es por los costes: el tratamiento con anticuerpos cuesta unos 15.000 francos al año, indica Yannick Müller.
Alexandra Richard/vajo