El secreto de Ozempic desmentido

El secreto de Ozempic desmentido
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El investigador Alexandre Caron y su equipo han descubierto una nueva familia de neuronas que se encarga de controlar la saciedad. Estas neuronas, situadas en el hipotálamo, cuentan con una gran cantidad de receptores de GLP-1.

Cuando comemos, se secreta una hormona llamada GPL-1 que envía un mensaje de saciedad a través de receptores. La molécula contenida en Ozempic, la semaglutida, actúa del mismo modo para enviar señales de hambre.

“Nuestro estudio nos permite tener una mejor visión de la mecánica fina de estos fármacos supresores del apetito”, explica Alexandre Caron, investigador y profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad Laval.

Caron cree en particular que los nuevos conocimientos de su equipo permitirán “mejorar las moléculas supresoras del apetito existentes, en particular reduciendo sus efectos secundarios, o desarrollar nuevas moléculas”.

Ozempic es un medicamento utilizado principalmente en el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero también se utiliza por su efecto secundario de pérdida de peso.

Un estudio “fantástico”

“Es fantástico, el estudio [d’Alexandre Caron] y su equipo”, felicita el investigador Benoit Arsenault, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad Laval.

Según este investigador especializado en salud metabólica, este nuevo conocimiento sobre cómo funciona Ozempic reitera el importante papel que juega el cerebro en la determinación del peso corporal.

“Lo que demuestra este trabajo es que el peso no es una cuestión de voluntad”.

— Dr. Benoit Arsenault, investigador y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Laval

“Se trata de fenómenos inmensamente complejos que regulan nuestro peso corporal. Hay que dejar de decir que la gente que tiene un peso elevado es sólo porque no hace actividad física y come cualquier cosa”, insiste el investigador.

El Dr. Arsenault está particularmente interesado en el papel de la genética en el peso. Según el consenso científico, la genética representa entre el 50 y el 70% del peso de una persona.

Un “momento crucial”

La llegada al mercado de fármacos como Ozempic o Wegovy, un fármaco similar comercializado para adelgazar, es una excelente noticia, según el investigador Alexandre Caron.

“Durante mucho tiempo no hubo buenas opciones farmacológicas. Varios medicamentos que han llegado al mercado han sido retirados por efectos secundarios”, recuerda el posdoctorado en neurometabolismo.

Alexandre Caron es testigo de diferentes prejuicios, contra las personas obesas, pero también contra las personas que utilizan Ozempic para perder peso. “Estamos viviendo un momento crucial en la farmacología de la obesidad. Hay que reconocer que las personas que han tenido un diagnóstico médico lo necesitan”, argumenta.

Benoit Arsenault está de acuerdo, pero advierte contra la herramienta históricamente utilizada para medir la obesidad: el IMC. Este cálculo, que divide el peso de una persona por su altura, no indica el estado de salud, insiste.

Al investigador también le preocupa la facilidad con la que los pacientes pueden obtener una receta de Ozempic para perder peso sólo por su apariencia.

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