Cáncer de cuello uterino: ¿cómo detectarlo?

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Más de 300.000 mujeres mueren cada año por cáncer de útero en todo el mundo. ©Adobe Stock

El cáncer de cuello uterino es una afección que afecta el revestimiento del cuello uterino, es decir, el tejido que lo recubre. Resulta de la transformación de una célula normal en una célula anormal que se multiplica sin control, formando una masa conocida como tumor maligno. Sin embargo, el cáncer de cuello uterino, a veces mortal, se puede prevenir, en particular mediante la vacuna contra el VPH. Explicaciones.

¿Qué es el cáncer de cuello uterino?

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad que se desarrolla en los tejidos del cuello uterino, la parte inferior del útero, que conecta este órgano con la vagina. Por lo general, se desarrolla durante un largo período de tiempo y a menudo comienza como lesiones precancerosas antes de volverse cancerosa.

Cada año se diagnostican alrededor de 570.000 nuevos casos de cáncer de cuello uterino en todo el mundo y más de 300.000 mujeres mueren a causa de él.

Cuales son los sintomas ?

El cáncer de cuello uterino puede manifestar diversos síntomas, pero también puede ser asintomático en etapas tempranas. Los signos más comunes incluyen sangrado vaginal anormal, como sangrado entre períodos, después de tener relaciones sexuales o después de la menopausia, así como períodos anormalmente abundantes o prolongados. También se puede observar flujo vaginal inusual, especialmente maloliente o que contiene sangre. Pueden aparecer otros síntomas como dolor pélvico persistente sin causa aparente, así como dolor durante las relaciones sexuales.

Otros signos comunes incluyen cambios en los hábitos urinarios o intestinales: puede aparecer necesidad frecuente de orinar, dolor al orinar o incluso estreñimiento.

Atención ! Estos síntomas pueden ser similares a otras patologías ginecológicas como la endometriosis, lo que puede complicar el diagnóstico. Sin embargo, cualquier síntoma inusual persistente debe informarse a un profesional para lograr un diagnóstico preciso.

¿Existen factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino?

El virus del papiloma humano (VPH) o “virus del papiloma humano” es la principal causa del cáncer de cuello uterino.

Este virus de transmisión sexual es extremadamente común y puede infectar el área genital, provocando lesiones precancerosas que, si no se tratan, pueden progresar a cáncer.

De fumar

Fumar es un factor de riesgo bien establecido para muchos cánceres, incluido el cáncer de cuello uterino. Las sustancias químicas nocivas del humo del tabaco pueden dañar las células del cuello uterino y aumentar el riesgo de cáncer.

Salud sexual/relaciones múltiples

Las mujeres que tienen relaciones sexuales a una edad temprana o con múltiples parejas sexuales tienen un mayor riesgo de contraer el VPH, lo que en consecuencia aumenta su riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. Es importante aprender desde pequeño, hacerse pruebas y protegerse bien siempre.

Fondo

Los antecedentes familiares de cáncer de cuello uterino, el sistema inmunológico debilitado y ciertas afecciones médicas, como el VIH, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Cáncer de cuello uterino: ¿cómo se diagnostica?

El diagnóstico del cáncer de cuello uterino se puede realizar de diferentes maneras y, por lo general, implica varios pasos.

  • examen ginecológico : El médico comienza realizando un examen ginecológico completo, incluido un examen del cuello uterino mediante un instrumento llamado espéculo. También recopilan un historial médico detallado, incluidos los síntomas informados por el paciente.
  • citología vaginal : La prueba de Papanicolaou, también conocida como citología cervicovaginal, consiste en tomar células del cuello uterino para examinarlas con un microscopio. Esto ayuda a detectar células anormales o precancerosas.
  • prueba de VPH : La prueba de ADN del virus del papiloma humano (VPH) se puede realizar al mismo tiempo que la prueba de frotis, ya que el VPH es la principal causa de cáncer de cuello uterino.
  • colposcopia : Si se encuentran células anormales durante la prueba de Papanicolaou, el médico puede recomendar una colposcopia. Durante este examen, se utiliza un colposcopio para examinar de cerca el cuello uterino y recolectar muestras de tejido para su posterior análisis de laboratorio.
  • Imaginería médica : Se pueden utilizar técnicas de imagen como la ecografía, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (MRI) para evaluar la extensión de la enfermedad, incluso si el cáncer se ha extendido a otras áreas.
  • Biopsia : Si se encuentran células anormales durante la colposcopia, generalmente se realiza una biopsia para confirmar el diagnóstico de cáncer de cuello uterino. Este procedimiento implica tomar una pequeña muestra de tejido para examinarla microscópicamente y determinar la presencia de células cancerosas.

Una vez que se realiza un diagnóstico, se pueden realizar más pruebas para determinar el estadio de la enfermedad y ayudar a planificar el tratamiento adecuado. Es importante que las mujeres mayores de edad con riesgo de padecer este cáncer se realicen pruebas de detección periódicas, como citologías cérvico-vaginales, para detectar a tiempo cualquier anomalía y así prevenir el cáncer de cuello uterino.

¿Cómo evitar el cáncer de cuello uterino?

En realidad, es imposible protegerse completamente del cáncer de cuello uterino. Siempre habrá riesgo de contraerlo. Sin embargo, es posible prevenir este cáncer tanto como sea posible tomando ciertas precauciones.

Vacunación contra el VPH

La vacuna contra el VPH es una de las formas más eficaces de prevenir el cáncer de cuello uterino. Se recomienda para niñas pero también para niños antes de que se vuelvan sexualmente activos.

Detección periódica y prueba de Papanicolaou

Las pruebas periódicas de detección del cáncer de cuello uterino, incluida la prueba de Papanicolaou, pueden ayudar a detectar células anormales antes de que se vuelvan cancerosas, lo que permite un tratamiento temprano y eficaz.

Cambios en el estilo de vida

Evitar fumar, protegerse durante las relaciones sexuales y hacerse pruebas de detección son los primeros pasos para prevenir este cáncer femenino.

Cáncer de cuello uterino: ¿cuáles son los posibles tratamientos?

Para tratar el cáncer de cuello uterino existen diferentes soluciones. Esto depende de varios factores, incluida la etapa de la enfermedad, la salud general del paciente y las preferencias personales.

Cirugía :

  • Conización: este procedimiento consiste en extirpar parte del cuello uterino que contiene las células cancerosas. Esto se hace a menudo para tratar lesiones precancerosas.
  • Histerectomía: Esta es la extirpación quirúrgica del útero. En casos más avanzados, puede ser necesaria una histerectomía para extirpar el cuello uterino y otros tejidos circundantes afectados por el cáncer.
  • Linfadenectomía pélvica y/o lumboaórtica: en algunos casos, los ganglios linfáticos pélvicos y/o lumboaórticos se pueden extirpar quirúrgicamente para prevenir la propagación del cáncer.

Radioterapia:

  • La radioterapia utiliza radiación ionizante para destruir las células cancerosas. Se puede administrar de dos formas:
  • Radioterapia de haz externo: los rayos se dirigen al área del cáncer desde una máquina fuera del cuerpo.
  • Terapia de Curie: se colocan fuentes radiactivas directamente en o cerca del área del tumor.

Quimioterapia:

  • La quimioterapia utiliza medicamentos contra el cáncer para destruir las células cancerosas. Puede administrarse sola o en combinación con radioterapia, según el estadio del cáncer.

Terapia dirigida:

  • Este enfoque terapéutico se dirige específicamente a las células cancerosas al atacar proteínas o procesos específicos implicados en el crecimiento del tumor. En ocasiones, medicamentos como bevacizumab se pueden utilizar en combinación con quimioterapia o radioterapia para tratar el cáncer de cuello uterino avanzado.

La elección del tratamiento dependerá de la paciente y del estadio del cáncer. A veces se puede recomendar una combinación de estos tratamientos para lograr los mejores resultados.

A SABER

El cáncer no es una enfermedad contagiosa, por lo que es completamente posible tener relaciones sexuales teniendo cáncer de cuello uterino.

Pero cuidado ! Los tratamientos de quimioterapia pueden causar una variedad de efectos secundarios que pueden alterar la capacidad de mantener una vida sexual plena.

Entre estos efectos secundarios, la sequedad vaginal ocurre con frecuencia en personas tratadas con quimioterapia. Esta falta de lubricación natural puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o incluso dolorosas. Por lo tanto, combinar relaciones sexuales y cáncer no es imposible y existen muchas soluciones para mantener una vida sexual satisfactoria, si surge el deseo.

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