El konjac es una raíz originaria del sudeste asiático. Con él se obtiene harina, se mezcla con agua y se obtienen fideos. También se forman perlas o granos que parecen arroz. Todos estos productos son de color blanco, tienen un aspecto translúcido, una textura ligeramente elástica y un sabor neutro. También existen complementos alimenticios a base de konjac.
Imaginemos una pasta o un arroz que no aportan prácticamente ninguna caloría. Esta es la particularidad del konjac: es muy bajo en calorías, no llega a las 10 calorías por cada 100 gramos. No más que una ensalada. Compárese: la pasta de trigo y el arroz aportan 130 calorías por cada 100 gramos.
El konjac tampoco contiene gluten y, como casi no contiene carbohidratos, tiene un efecto muy reducido sobre los niveles de azúcar en sangre. Por eso se ha puesto de moda. Se considera, sobre todo, un aliado para adelgazar.
Un supresor natural del apetito
El konjac es, es cierto, dietético. Contiene un 70% de fibra y el resto es agua. Es conocido por su contenido en glucomanano, una fibra soluble que tiene la particularidad de poder absorber mucha agua. Esta es la razón por la que cuando comes fideos u otro producto a base de konjac, te sientes rápidamente saciado. En este sentido, el konjac es un aliado adelgazante. Si bien es bajo en calorías, tiene un fuerte poder saciante, por lo que puede ayudarte a comer menos.
¿Se puede adelgazar si se consume? No es un producto milagroso, pero su efecto sobre el apetito es real. Podemos decir que es un supresor natural del apetito, por lo que puede ayudar a las personas que buscan reducir la cantidad de comida que ingieren. En algunos estudios científicos se ha asociado el consumo de konjac con una pequeña pérdida de peso. Además, podría ayudar a regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre, atrapando grasas y azúcares. Si sientes que te ayuda a regular tu peso, no hay por qué privarte de él, pero bajo ciertas condiciones.
No consumas demasiado
Si tomas konjac en forma de complementos alimenticios (comprimidos, polvos, etc.), debes respetar las dosis. Y tanto si lo tomas en forma de complementos alimenticios como de alimentos, es importante beber suficiente agua al mismo tiempo para prevenir ciertos problemas digestivos. Lo mejor es empezar con pequeñas porciones de comida, no más de 100 gramos, para ver si lo toleras bien.
Es una fibra. El konjac es eficaz contra el estreñimiento. Pero consumido en exceso, puede provocar hinchazón, gases y diarrea. Además, no contiene vitaminas ni minerales. Por tanto, es un alimento bastante pobre nutricionalmente hablando. Otra razón para no abusar de él. Si estás tomando algún tratamiento, habla con tu médico porque el konjac puede interactuar con ciertos medicamentos.
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