Rechazada al final de la clasificación, Oyonnax quiere reencontrarse para volver a la normalidad.
Al regresar decepcionados de su último viaje a Valence-Romans, los Oyonnaxiens también traen consigo ciertas convicciones sobre la evolución iniciada en su juego, pero también sobre las obligaciones que les imponen, después de once días, para encontrar en la clasificación un lugar más alto. en línea con sus ambiciones y la realidad de su potencial.
Es en este contexto que se acercan el final de un año que promete ser particularmente importante. Fabien Cibray, el técnico, acompañado y apoyado desde principios de semana por Joe El Abd, que regresa de su primer “freelance” con el XV de la Rose a la espera del torneo de las 6 Naciones, corrige “todos los partidos son importantes y para todos los equipos”. Sin embargo, concede un carácter particular a este regreso ante el público de Mathon, contra Mont-de-Marsan: “Tenemos la obligación de enmendar la derrota que sufrimos en nuestro último partido en casa contra el Grenoble”.
Esta expectativa es necesariamente compartida por los jugadores, por todos los componentes del club y por supuesto por la afición. Palancas para satisfacerlo no faltan y no han escapado al análisis de la plantilla. Incluyen precisión en el juego de pies, disciplina, precisión en las elecciones así como en la realización de acciones, eficiencia en la conquista.
Lo principal: el juego.
En definitiva, todo lo que tiene este equipo y que, en determinados momentos, puede haber faltado desde el inicio de temporada. Esta observación no inspira a Fabien Cibray grandes fórmulas. Le bastan dos palabras para expresar cuál será la consigna contra los Montois: “Seamos nosotros”. Decimocuarto, Oyonnax necesita retomar el rumbo. La evidencia esconde otra, para ello el pueblo de Aindin simplemente necesita encontrarse a sí mismo. Y hacia esto ha tendido el trabajo de los últimos días: “Buscamos optimizar el periodo entre dos bloques, crear intensidad, con los jugadores totalmente involucrados” subraya el gerente del Alto Bugey, señalando algunos signos positivos: “Todavía tenemos muchas lesiones, pero aún así hemos registrado el regreso de algunos jugadores, a los que hay que sumar los de los internacionales. Al ampliar el grupo hemos recuperado la competencia, creado la emulación”.
Durante los últimos días, con las dos significativas palabras de su entrenador en la cabeza, y sin ningún otro tipo de presión, los jugadores se centraron en lo esencial, su juego.
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