Gran perdedor del último Mundial, el extremo con 16 internacionalidades podría aprovechar los paquetes de Damian Penaud y Théo Attisogbe para ir a buscar, una fórmula querida por Galthié, una nueva camiseta estampada con el gallo. Según algunos, una combinación de circunstancias, pero esta situación no debería eclipsar un regreso a la primera línea con su club Toulon.
Desde el comienzo de su historia con el balón ovalado, en su tierna Normandía donde late el corazón de la familia Villière, el pequeño Gabin, tan alto como tres manzanas, se ha propuesto respetar el mantra de su familia: no No sólo hay trabajo que permite subir los escalones uno tras otro. Y más aún cuando la puerta se cierra, el natural de Vire comprendió enseguida que tenía que atravesar las ventanas más inaccesibles.
Este camino de vida, más que una carrera, exige el respeto de todos. Desde su familia, desde sus amigos, desde sus educadores hasta sus entrenadores, pasando por sus socios. Teddy Baubigny, su amigo de vida, nos recordó recientemente que el hombre del casco no está hecho de la misma madera que los demás: “Gabin nunca se rinde. Es una persona tenaz”. Tenaz ante el dolor, al que resiste más que el común de los mortales. Tenaz ante las lesiones, que arruinaron varios meses de competición. Tenaz ante la elección de Fabien Galthié, finalmente, que prefirió a Louis Bielle-Biarrey en su detrimento, en pleno Mundial del pasado Mundial.
La cicatriz del Mundial
A esta aventura de septiembre de 2023 se le sumó un cierto resentimiento individual a la decepción colectiva. Después de una temporada difícil marcada por sólo cuatro partidos oficiales con el Toulon, Villière había conservado, para sorpresa de todos, la confianza del equipo del XV francés. Con el número 11 a sus espaldas, el interesado incluso atacó el Mundial como titular, contra Nueva Zelanda. Fuera de la convocatoria tras este partido inaugural, reapareció sólo para el partido de los “peluqueros” contra Uruguay. Luego, casi nada salvo el esmoquin oficial en la grada. Una rebaja adecuada.
Entre bastidores, con sus allegados que siempre le han apoyado incondicionalmente, el ex Rouennais se sintió inevitablemente conmovido por esta situación. No entendía muy bien por qué Fabien Galthié le había dejado en plena competición al borde de la carretera. Sinceramente, habría sido más “fácil” de digerir, dado su ejercicio casi en blanco, no participar en absoluto en la aventura mundialista.
Mignoni, marcado por la modestia, admite hoy que el período fue “difícil” para su protegido. Porque, más allá de esta elección de entrenador, Villière sigue convencido de que la batalla terrestre que le ofreció Sudáfrica se adaptó a sus cualidades. Él, designado “rey de los rucks”, se creía capaz de defenderse de los Springboks.
En los meses siguientes, el interesado mostró cierto mal humor en las orillas del puerto. El final de la aventura en Bles, que alguna vez pensó que era definitiva ante la fuerza creciente de la competición, se suma a un cierto cuestionamiento sobre su papel en Toulon y dentro del nuevo sistema ofensivo.
La última temporada baja con Toulon fue salvadora
No seleccionado con la selección para la gira en Argentina, Gabin Villière acertó. Se dio un lujo que no había disfrutado desde hacía mucho tiempo al final de la presa perdida ante La Rochelle el pasado mes de junio. Primero unas vacaciones, solo sobre dos piernas y sin muletas cerca, seguidas de una preparación dentro de su club. Desde la temporada 2020-2021, no había experimentado una válvula de alivio de presión de este tipo.
Por evidente coincidencia, al igual que Charles Ollivon, que ha rendido muy bien con el Toulon desde el inicio de este ejercicio, el extremo ha encontrado el hilo de su progresión y de su cuerpo físico con la túnica marcada por el lirio de los valles (6 tenencias, 471 minutos). jugó). “Es verdad que me siento realizadose alegró Teddy Baubigny. El año pasado tuvo dificultades para integrarse en el sistema de Maso (apodo de Andrea Masi). Tardó un poco en pasar. Le echamos una mirada un tanto crítica… Pero este año se tomó la temporada de otra manera. Entendió lo que esperaba el entrenador, se mueve un poco más, centra con más regularidad y marca… Gabin no es el extremo que va más rápido, ¡pero todavía tiene su potencia y su apoyo!”.
Para devolverle la confianza a su extremo, Pierre Mignoni decidió primero responsabilizarlo en defensa colocándolo en posición de apertura durante las primeras salidas de juego. Así es como, en este sector que tanto ama, “Gab” se ha recuperado. Peso en la plantilla del Var: “Nos gusta usar nuestra agresión para frenar las bolas en la primera fase del juego.confirmó Andrea Masi. A él le encanta. Hay muchos equipos que defienden así, especialmente los All Blacks”. Eso es bueno, precisamente, porque son los monstruos del Pacífico los que aparecen en el Estadio de Francia. Según el entrenador del equipo de tres cuartos del Var, no fue suficiente para sacudir al ex miembro del equipo francés de 7. “Hizo toda la preparación con nosotros y está en gran forma física. Quizás incluso mejor que el año pasado. Ha recuperado su velocidad. Lo hace bien, juega duelos, es agresivo en defensa, pero no sólo eso. Lo que agrada Para mí es que ha recuperado su agresividad en ataque. Lleva los balones y juega sus duelos.
Su try marcó contra Pau, durante el 2mi jornada del Top 14, es el mejor ejemplo de ello con una toma de intervalos y un segundo cambio de ritmo durante la carrera. Esta cualidad había ido disminuyendo gradualmente con el transcurso de los problemas físicos. Buenas señales, que llamaron la atención de la selección de Francia y de Fabien Galthié. De ello pudo dar fe el técnico cuando acudió al Campus del RCT hace un mes. “Obviamente estaba feliz por él.continuó Mignoni. Tiene que aceptar lo que le damos, después de haber hecho una gran pretemporada con nosotros. Los jugadores convocados respetaron este proceso. Siempre hay que usar el club, rendir y demostrar que mereces estar ahí”. Villière llega así a la última etapa, capaz de hacer caer a un nuevo comodín para volver a cambiar su historia a nivel internacional.