Después de dos derrotas consecutivas y un preocupante 13º puesto, los Montois tuvieron que recuperarse ante el colíder Biarritz en la apertura de la décima jornada del Pro D2. Lo consiguieron gracias a un partido controlado (33-15). Los vascos, aunque en las uñas gracias a un try tramposo del vizcaíno en el primer tiempo, no existieron en el segundo acto.
Al inicio de la décima jornada, en el estadio André-et-Guy-Boniface, el Mont-de-Marsan, que acumula dos derrotas, se impuso al Biarritz (33-15). Con este éxito, los Landais se dan un respiro respecto a la zona de descenso.
El 25 de octubre, justo antes de la tregua, abandonamos el estadio Montois y su guarida André-et-Guy-Boniface con gran ira. La banda Loustalot había cedido, sin “luchar” según el director Milhet, frente a un competidor directo, Aurillac (29-33).
Después de un estallido de orgullo en Provence Rugby, a pesar de un nuevo revés (45-30), los Montois definitivamente levantaron la cabeza al vencer a un equipo en forma, Biarritz (33-15). Du Plessis, inspirado en su papel de goleador, llevó a su equipo a la victoria. Con este resultado, el Stade Montois (9º) se sitúa, a la espera de los resultados de mañana, seis puntos por delante del penúltimo, el Stade Niçois (15º, 9 puntos). Biarritz (2º, 27 puntos) tiene asegurada la permanencia en las plazas de clasificación para la fase final, pero perdió la oportunidad de presionar a sus competidores directos.
Fuerza versus velocidad
Falto de confianza, el Stade Montois puso los ingredientes adecuados al inicio del partido. Después de monopolizar el balón, los Landais marcaron… ¡al contraataque! Al inicio de la acción, Wakaya interceptó la posesión dentro de sus 22 metros. El fiyiano maniobró bien y luego sirvió a Darquier. Recuperado a cinco metros de la línea, el medio scrum presentó bien su pelota. Goginava concluyó de cerca este movimiento (7-0, 8º). Du Plessis, unos minutos más tarde, marcó un primer cuarto de hora ideal (10-0, 12º).
Biarritz no entró en pánico. Inicialmente, Dolhagaray redujo la diferencia hasta la marca (10-3, 20º). El otro elemento clave, Imanol Biscay, hizo hablar a su clase. En los 40 metros de Mons, cerca de sus delanteros, el medio scrum pudo ver una ruptura cerca de un ruck para colarse en la portería (10-8, 25). Al final de un animado primer tiempo, la última palabra la tuvo el experimentado Du Plessis (13-8, 33º).
Mont-de-Marsan hizo las cosas en orden
Al regresar del vestuario, los Montois aprovecharon la indisciplina vasca para confirmar su éxito. Fa’asalele, que acababa de entrar en juego, fue amonestado por repetidas faltas (53º). Du Plessis añadió tres puntos (16-8, 53º).
En superioridad numérica, los rematadores landeses marcaron la diferencia, sobre todo en la delantera. En la esquina, bien servido por Wakaya, Sayerse hizo que este esfuerzo colectivo fructificara (23-8, 58). Du Plessis selló el éxito con un nuevo penalti (26-8, 63).
En los instantes finales, los locales creyeron en un potencial bono ofensivo. Cortés, con un magnífico pase de patada, ofreció la oportunidad a Robic (33-8, 78). Sin puntos en este segundo acto, Biarritz aligeró un poco la cuenta con un gol contra Kibirige (33-15, 80º). Dentro de nueve días, el Mont-de-Marsan disputará el derbi de las Landas contra el Dax en el estadio Jean-Dauger de Bayona. La víspera, Biarritz recibirá al Provence Rugby en un choque en lo más alto de la tabla.