Rostro esencial del cine francés y encarnación cinematográfica de un hombre iracundo con defectos evidentes, Vincent Lindon recibió el sábado el premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de Venecia por su papel en “Playing with Fire”.
En esta película, el actor francés interpreta a un padre que se enfrenta a la deriva de uno de sus hijos hacia la extrema derecha violenta. “El amor del padre por sus hijos, el amor de los hijos por su padre, cómo vivimos con esta idea de que hemos traído al mundo un hijo que, en un momento dado, se libera y no siempre de la manera que queremos, ese es el tema que más me fascinó”, explicó a la AFP el actor francés en el Lido.
“Obviamente, es interesante hacer una película en la que hay un marco social, un tema social que está adquiriendo una importancia increíble hoy en día. Y si podemos participar de una manera u otra en el despertar o, en todo caso, en el cuestionamiento de la gente, es muy interesante para un actor”.
Lindon sigue esta línea humana y social en particular con su director favorito, Stéphane Brizé. Su colaboración fue recompensada con un premio de interpretación masculina en Cannes y un César al mejor actor por “La ley del mercado” (2015).
En esta película mordaz sobre la brutalidad del mundo laboral, interpretó a Thierry, un hombre desempleado de larga duración y padre de un niño discapacitado, que pasa de entrevistas de trabajo humillantes a prácticas inútiles.
Después llegó “En guerra” (2018), donde interpretó a un representante sindical. “No tengo el monopolio de la revuelta, pero si puedo ayudar…”, explica a la AFP. Pero también “Un autre monde” (2021), donde interpretó a un directivo atrapado en las garras del capitalismo.
– “El señor común y corriente” –
El actor de 65 años dice que “se emociona cada vez que puede interpretar el papel de Mr. Everyman”.
Se mete con la misma facilidad en la piel de un buen tipo que de un matón, tiene un carácter impulsivo y ansioso. Sacudido por tics fuera de cámara, da la impresión de meterse en sus personajes con gran naturalidad.
Su filmografía abarca desde obras de resonancia social hasta thrillers, comedias y películas de autor. Ha sido dirigido por Claude Lelouch, Diane Kurys, Claire Denis, Benoît Jacquot, Pierre Jolivet, Coline Serreau y Alain Cavalier, con quien se ha convertido en un gran amigo.
“La comodidad me genera ansiedad… Elegí la inquietud”, dijo a Télérama.
Nacido el 15 de julio de 1959 en Boulogne-Billancourt, Vincent Lindon es hijo de un industrial y sobrino del editor de Éditions de Minuit Jérôme Lindon. Empezó su carrera como ayudante de vestuario en “Mi tío de América” de Alain Resnais y luego como regidor de un espectáculo de Coluche.
Después de Cours Florent, interpretó su primer papel en “Le Faucon” de Paul Boujenah, en 1983, pero su primera aparición notable fue en “37°2 le matin” de Jean-Jacques Beineix, dos años después.
– Vena social –
Luego lo vemos en “Quelques jours avec moi” de Claude Sautet, “Un homme amour” de Diane Kurys, con quien también rodará “La Baule-les-Pins”, o en “La Crisis” de Coline Serreau, que También lo dirigirá en “Caos”.
A principios de los años 90, un romance con Carolina de Mónaco le catapultó a la primera plana de la prensa del corazón. En aquella época, el cine parecía atraerle por su lado. Durante años, mantuvo una estrecha relación con Claude Chirac, la hija del presidente Jacques Chirac.
Después, protagonizó “L’irrésolu” con Sandrine Kiberlain, con quien se casó y tuvo una hija, Suzanne, que se convirtió en actriz y directora (“Seize printemps”, en Cannes en 2020). La pareja está ahora divorciada.
Modesto y reservado sobre su vida, el actor, padre de un hijo, aparecerá en “Paparazzi” de Alain Berbérian como un guiño. Más recientemente, interpretó una caricatura de actor egoísta en “El segundo acto” de Quentin Dupieux.
En los años 2000, protagonizó Welcome, donde interpretó a un socorrista que acoge a un joven refugiado kurdo en Calais. La película fue dirigida por Philippe Lioret, quien lo dirigió nuevamente en Toutes nos envies, sobre el tema del sobreendeudamiento, otra cuestión social a la que es sensible.
“Como decía mi padre, si no cambias la opinión de nadie, si no ayudas a nadie, tu tiempo en la tierra no habrá tenido ningún interés”, resume el actor.
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