El primer ministro británico, Keir Starmer, y su homólogo irlandés, Simon Harris, expresaron este sábado el deseo de ambos países de “renovar” sus relaciones, dañadas por el Brexit, durante la primera visita a Irlanda desde 2019 de un jefe de gobierno británico.
El líder laborista fue recibido a mediodía por Simon Harris en su residencia de Farmleigh House.
Este último afirmó estar “muy contento de que las relaciones británico-irlandesas estén tomando nuevos rumbos”, en una declaración a la prensa.
Este “reinicio” de las relaciones bilaterales debe basarse en “la paz, la prosperidad, el respeto mutuo y la amistad”, añadió.
Por su parte, Keir Starmer consideró esta visita como “realmente importante” para su gobierno.
“Es un placer estar aquí y tener esta oportunidad de renovar la amistad entre nuestros países”, afirmó, añadiendo que este “nuevo comienzo” en las relaciones bilaterales “puede ser significativo” y “profundo”.
Se realizará en forma de una cumbre bilateral anual, la primera de las cuales se celebrará el próximo mes de marzo, anunció Keir Starmer durante una mesa redonda con líderes empresariales y actores del mundo económico irlandés.
Los dos líderes también discutieron sobre la guerra en Ucrania y el apoyo a Kiev, el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza y el desarrollo de las relaciones comerciales y económicas entre Irlanda y el Reino Unido.
También reafirmaron su compromiso con el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, que puso fin a décadas de violencia en Irlanda del Norte entre republicanos principalmente católicos y unionistas apegados al lugar de la provincia dentro del Reino Unido y que son principalmente protestantes.
Simon Harris elogió los debates “muy productivos”, mientras que Keir Starmer se congratuló de los “debates significativos” y de “un muy buen día para Irlanda y el Reino Unido”.
Antes de su encuentro, ambos hombres intercambiaron camisetas de fútbol de sus respectivas selecciones ante las cámaras. Está previsto que el sábado asistan al partido de la Liga de Naciones entre Inglaterra e Irlanda.
Para Londres, esta visita debía marcar “una nueva era de cooperación y amistad” entre los dos países, había indicado Downing Street antes de la llegada de Keir Starmer a Dublín.
El último primer ministro británico que visitó Irlanda fue Boris Johnson en 2019, en medio de las negociaciones del Brexit entre Londres y Bruselas.
– Irlanda del Norte –
Pero desde que el laborista Keir Starmer asumió el cargo en Downing Street en julio, y en cierta medida ya bajo el mandato de su predecesor conservador Rishi Sunak, las relaciones entre los dos países se han calentado un poco.
Simon Harris, quien se convirtió en Taioseach (el título oficial del jefe de gobierno irlandés) en abril, fue el primer líder extranjero recibido por Keir Starmer tras llegar al poder.
Lo habían invitado a Chequers, la residencia de campo de los primeros ministros británicos, poco antes de una reunión de líderes europeos cerca de Oxford.
Los dos dirigentes aseguraron entonces que “ha llegado el momento de restablecer la asociación” entre ambas naciones, tras el referéndum del Brexit de 2016.
La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha sido vista ampliamente como una fuente de desestabilización en las relaciones entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte, lo que ha suscitado preocupación en Dublín.
Keir Starmer ha prometido, en particular, revisar una controvertida ley aprobada por los conservadores destinada a poner fin a las investigaciones sobre crímenes relacionados con el período de los Troubles, el nombre que se dio a las décadas de conflicto en Irlanda del Norte.
Entró en vigor en mayo y dio lugar a un recurso de Irlanda contra Londres ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
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