El viernes se hicieron públicos varios informes sobre los efectos sobre la salud de una fuga en la refinería de TotalEnergies en Donges (Loira Atlántico) en diciembre de 2022, que apuntan a una “exposición aguda” al benceno, pero con concentraciones en el aire mantenidas “por debajo de los umbrales accidentales”.
Un estudio de impacto del Ineris (Instituto Nacional de Medio Ambiente y Riesgos Industriales) de enero de 2023 señala que «los riesgos para la salud son provocados exclusivamente por el benceno, cuya concentración media diaria supera durante (cuatro de los nueve días conservados después de la fuga) el valor toxicológico de referencia para la exposición aguda considerada».
Sin embargo, los umbrales accidentales “nunca fueron superados durante el incidente, incluso con fuertes emisiones durante los dos primeros días”.
Según TotalEnergies, que posteriormente ha modelizado las emisiones atmosféricas vinculadas a la volatilización de la gasolina, los picos de concentración de benceno se mantienen “por debajo de los umbrales que sirven de referencia para los riesgos de exposición profesional”.
En diciembre de 2022, la fuga provocó el derrame de 700.000 litros de gasolina. La refinería, clasificada como de alto umbral Seveso, presentó sus conclusiones el viernes durante una comisión de seguimiento del lugar.
Según el resumen comunicado por la prefectura al final de la comisión, “teniendo en cuenta los datos científicos disponibles, las concentraciones medias estimadas y la duración de la exposición, si no se puede excluir formalmente un efecto sobre la salud (no cancerígeno), se considera improbable, en particular teniendo en cuenta su carácter reversible”.
«Los efectos sobre la salud más documentados de la exposición a corto plazo al benceno son los efectos hematológicos, en particular una reducción de la producción de linfocitos (glóbulos blancos) que participan en la respuesta inmunitaria. Los datos científicos disponibles confirman que este efecto es reversible una vez que cesa la exposición al benceno», según la prefectura de Loire-Atlantique.
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Respecto a los efectos cancerígenos, “la exposición fue limitada en el tiempo y el riesgo sólo se considera para periodos de exposición más largos”.
Los vecinos, preocupados desde hace casi dos años por el impacto sanitario de la fuga, están indignados por el hecho de que el informe del Ineris, de enero de 2023, no se haya hecho público de antemano.
“Los habitantes del lugar estamos indignados. Acabamos de descubrir este informe presentado a TotalEnergies y que fue ignorado”, declaró a la AFP Marie-Aline Le Cler, presidenta de la Asociación de Zonas de Riesgo de Dongeoise. Para ella, los habitantes del lugar deberían haber sido “advertidos inmediatamente de los riesgos”.
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