En junio y julio, las temperaturas de las aguas superficiales en el Atlántico tropical fueron entre 0,5 y 1 °C más frías que el promedio habitual para esta temporada. Sin embargo, este fenómeno anual no dio lugar a un fenómeno conocido como “Nina Atlántica”.
El Atlántico también tiene su Niño y su Niña. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, centro de previsión e investigación, equivalente estadounidense de Météo France) nos lo acaba de recordar lanzando una alerta a mediados de agosto sobre el fenómeno actual.
Si bien las aguas superficiales desde todo el Atlántico Norte hasta el Ártico nunca han estado tan cálidas, la zona ecuatorial, situada aproximadamente a la misma distancia de Sudamérica y África, ha experimentado una marcada diferencia de temperatura de casi 1°C. Este enfriamiento se produjo en un momento en que los vientos alisios, esos vientos ecuatoriales regulares, son particularmente débiles este año.
Diferencias en las temperaturas del océano Atlántico tropical respecto del promedio de 40 años. Crédito: NOAA
En estas regiones, los vientos y la temperatura del agua están estrechamente vinculados, formando un ciclo estacional. Las aguas son más cálidas en primavera y descienden hasta unos 25 °C durante los meses de junio, julio y agosto. Este enfriamiento está vinculado a los vientos, que se ven reforzados por la radiación solar y empujan las aguas cálidas de la superficie hacia el norte, facilitando así su sustitución por aguas más frías procedentes de las capas más profundas del océano.
Para que se declare un Niño o una Niña atlánticos, es necesario que se superen los umbrales de 0,5 °C en uno u otro sentido durante tres meses y al menos dos años seguidos. Si la NOAA dio la voz de alarma a mediados de agosto es porque nunca se habían registrado diferencias de temperatura de este tipo desde 1982, cuando se realizaron las primeras mediciones de la temperatura superficial del Atlántico.
En la primavera de 2024, las aguas eran 1 °C más cálidas en esta zona en comparación con la media de las últimas cuatro décadas, para luego alcanzar una anomalía fría en junio. Por lo tanto, podría estar formándose una Niña, lo que habría sido un evento. No ha habido Niña desde el año 2000 y durante este período, la[…]
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