NARRATIVO – Hace 15 años, un terremoto sacudió Puerto Príncipe y destruyó decenas de miles de hogares. Hoy, sin embargo, ninguna conmemoración significativa conmemorará el desastre. El caos que reina en el país ha relegado este terremoto a la categoría de un simple mal recuerdo.
Un terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter sacudió a los haitianos el 12 de enero de 2010 a las 17 horas. El número de víctimas será aterrador: más de 280.000 muertos, 3.000.000 de heridos y 1,3 millones de personas sin hogar. Muy rápidamente, todas las infraestructuras sanitarias se saturaron y la mayoría de los hospitales quedaron inutilizables. En un país donde no se aplican normas antisísmicas, el costo de la destrucción es aterrador: casi todos los edificios de Puerto Príncipe están afectados. El Palacio Nacional, la residencia presidencial, la catedral de Notre-Dame y el Hospital Central quedaron destruidos.
La mayoría de los edificios administrativos están reducidos a un montón de escombros: el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Comunicación y Cultura, el Ministerio de Correos, el parlamento, el tribunal, la prisión central, las universidades y las escuelas. Las instituciones estatales, ya frágiles, se ven reducidas a la impotencia al haber perdido a su personal…
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