Para el profesor, varias razones podrían empujar a Estados Unidos a interesarse por Groenlandia. En primer lugar, el cambio climático y el aumento de la temperatura media alrededor de los polos “hacer que Groenlandia sea cada vez más importante.” Entonces, su estatus político pronto evolucionará: “Goza ya de cierta autonomía y se habla de un referéndum sobre la independencia total”explica David Criekemans.
Fuerte competencia con China
Estados Unidos también ve con malos ojos una mayor cooperación entre el territorio y China, cada vez más presente en suelo groenlandés con “Empresas chinas invitadas a participar en proyectos mineros destinados a explotar cobre, plata, zinc y metales raros”. “Esta situación preocupa a Trump. Él quiere evitarlo reforzando la presencia estadounidense”.continúa el profesor de la Universidad de Amberes.
Por último, anexar Groenlandia a los Estados Unidos permitiría controlar indirectamente el acceso a las aguas canadienses, pero también ampliar allí la estación de radar Thule (al norte de Groenlandia) y detectar más rápidamente los misiles hipersónicos procedentes de Rusia.
De Panamá a Groenlandia, Trump reitera sus objetivos expansionistas
Respecto al Canal de Panamá, el razonamiento de Donald Trump es aún más simple: impedir la competencia de China, que convierte a Brasil en un importante socio estratégico. Al recuperar el control del Canal de Panamá, el país asiático ya no podría exportar petróleo y productos agrícolas desde Brasil.
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