Un juez de Nueva York dictó el viernes por la mañana una dispensa de sentencia para Donald Trump en el caso de pagos ocultos a una estrella de cine con clasificación X, ratificando una condena penal histórica para un presidente electo de Estados Unidos.
Donald Trump apareció en vídeo durante esta audiencia en el Tribunal Penal de Manhattan, denunciando “una vergüenza para el sistema”. Con esta sentencia simbólica entrará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, a los 78 años, con la etiqueta de delincuente habitual.
De hecho, Donald Trump fue condenado pero no recibió sentencia, por lo que no irá a prisión. Sin embargo, se convirtió en el primer presidente electo en la historia de Estados Unidos que recibe una sanción penal, en el caso de los pagos secretos a una estrella del porno, un momento simbólico que hizo todo lo posible para evitar antes de su entrada en la Casa Blanca.
Hasta el último día, e incluso ante el Tribunal Supremo de Washington, los abogados del 45.º y próximamente 47.º presidente estadounidense intensificaron sus recursos blandiendo su pasada y futura inmunidad presidencial, para impedir que el juez sancione a su cliente. Trueno el jueves por la noche: la Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó su apelación final por cinco votos contra cuatro. De los nueve jueces que lo componen, seis son conservadores, incluidos tres nombrados por el republicano.
Así, con esta sentencia del juez Juan Merchán, más de siete meses después de ser declarado culpable por un jurado de 12 ciudadanos unánimes en un tribunal penal de Manhattan, Donald Trump entrará el 20 de enero, a sus 78 años, en la Casa Blanca con la etiqueta de delincuente habitual.
Pero la carga es sobre todo simbólica, para quien evitó cualquier consecuencia jurídica en los otros tres casos en los que había sido acusado, incluido el más grave ante los tribunales federales por sus intentos ilegales de revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. En este caso, el fiscal especial Jack Smith retiró los cargos tras la elección de Donald Trump el 5 de noviembre, cuando el juicio aún no había comenzado.
El futuro presidente no fue obligado a comparecer personalmente ante el Tribunal Penal de Manhattan, y el juez le concedió la posibilidad de comparecer por vídeo en la audiencia prevista para las 09H30 (14H30 GMT).
El magistrado, a quien Donald Trump había colmado de insultos en las redes sociales, también garantizó una pena de prisión, “imposible de implementar”quedó excluido para quien se prepara para gobernar la primera potencia mundial.
“Dedo medio”
Juan Merchán indicó que se inclinaba por pronunciar una renuncia a la pena que tenga el efecto de confirmar la culpabilidad de Donald Trump y permitirle así apelar. “Es un dedo medio (de Donald Trump) hacia el juez, el jurado y la justicia”. dijo el exfiscal de Nueva York y profesor de derecho en la Universidad Pace, Bennett Gershman.
La primavera pasada, el que todavía era candidato presidencial tuvo que acudir casi todos los días durante seis semanas a una sala de audiencias con el decorado anticuado y sumario de un tribunal penal, y asistir a los debates que en este caso mezclan política, dinero y escándalo sexual.
El jurado lo declaró culpable de 34 cargos de falsificación contable para ocultar a los votantes el pago de 130.000 dólares a la estrella porno Stormy Daniels, al final de su primera campaña victoriosa en 2016 contra Hillary Clinton, cuyo juicio había revelado entre bastidores.
El dinero se pagó para comprar el silencio de la actriz sobre una relación sexual que afirmó haber tenido en 2006 con el exmagnate inmobiliario, relación que él siempre ha negado.
Acosado por las apelaciones de los abogados y tras una importante decisión del Tribunal Supremo el 1 de julio sobre la inmunidad presidencial, el juez Merchan tuvo que posponer la sentencia varias veces, de julio a septiembre y luego a noviembre, después de las elecciones presidenciales.
La victoria de Donald Trump desencadenó una nueva ronda de apelaciones de la defensa, pero Juan Merchán mantuvo la sentencia. Como en los otros casos en los que fue procesado, Donald Trump se presentó como víctima de un “caza de brujas” orquestado por sus oponentes políticos.
Volver al caso
La exactriz porno Stormy Daniels afirma haber tenido una relación sexual con Trump en 2006, cuando este ya estaba casado con Melania. En 2016, justo antes de las elecciones presidenciales, Trump supuestamente le pagó a Stormy Daniels 130.000 dólares para comprar su silencio sobre la relación.
El 30 de mayo de 2025, Trump fue condenado por el caso, convirtiéndose en el primer expresidente de Estados Unidos en ser condenado penalmente.
Está previsto que Trump reciba su sentencia el 10 de enero de 2025, diez días antes de su toma de posesión como 47º presidente de Estados Unidos. Siempre ha negado cualquier relación sexual con Stormy Daniels y describe este romance como “mascarada” y“ataque político ilegítimo”.
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