Los regímenes militares de Malí, Níger y Burkina Faso rechazaron, el domingo 22 de diciembre, el plazo de retirada de seis meses concedido por la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) antes de su retirada definitiva. En un comunicado de prensa, dijeron que vieron un “intento de desestabilización” exterior.
Los tres países que forman la Alianza de Estados del Sahel (AES), todos gobernados por juntas hostiles a Francia, anunciaron en enero su deseo de abandonar la CEDEAO, una organización que hoy reúne a quince países y que consideran instrumentalizada por la antigua potencia colonial. .
En una cumbre celebrada hace una semana en Abuja, la organización regional anunció un período de reflexión de seis meses para que los tres países revocaran su decisión después de su fecha oficial de salida, a finales de enero de 2025. “período de transición” que durará hasta “29 de julio de 2025”con el fin de “mantengamos abiertas las puertas de la CEDEAO” a los tres países, según el presidente de la Comisión de la CEDEAO. Pero, según el colegio de jefes de Estado de la Confederación de Estados del Sahel, esta decisión no es “otro intento más que permitiría a la junta francesa y sus auxiliares continuar planificando y llevando a cabo acciones desestabilizadoras contra la AES”. Añadió que “Esta decisión unilateral no puede vincular a los países AES”. Ya habían anunciado antes de la cumbre que su decisión de abandonar la organización era “irreversible”.
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Una decisión de retirada “irreversible”
El comunicado de prensa firmado por el jefe de la junta maliense, Assimi Goïta, denuncia también “maniobras de desestabilización iniciadas por un puñado de jefes de Estado que imponen sus deseos y agendas exteriores” dentro de la CEDEAO. Los presidentes de Senegal y Togo están desempeñando el papel de mediadores en un intento de reincorporar a los tres países a la CEDEAO.
Malí, Níger y Burkina Faso, que expulsaron al ejército francés de su suelo, cooperan para contener los recurrentes ataques de grupos yihadistas, al mismo tiempo que se acercan militar y políticamente a otras potencias como Rusia. Sus dirigentes políticos lanzan periódicamente diatribas violentas contra Francia, a la que acusan de querer llevar “un freno a la dinámica emancipadora iniciada por la AES”.
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