Aunque se trate de un texto técnico, destinado a permitir al Estado “dar un giro” en ausencia de un presupuesto, la ley especial no será neutral a nivel macroeconómico. Al congelar determinadas medidas fiscales, estos tres artículos, votados tras la moción de censura del Gobierno, apoyarán un poco el crecimiento, indica el Observatorio francés de las condiciones económicas (OFCE) en una nota publicada el domingo 22 de diciembre. A costa de un aumento del déficit presupuestario y de una ampliación de las desigualdades, ya que los grandes ganadores son los hogares más ricos y las grandes empresas.
En sus previsiones realizadas en otoño, la OFCE estimó que el proyecto de ley de finanzas de 2025 (PLF), ahora archivado, podría obstaculizar el crecimiento de 2025 en 0,8 puntos del producto interior bruto (PIB). Sobre esta base, el instituto había fijado una previsión de crecimiento del 0,8% para el próximo año. La ley especial, al congelar las reformas fiscales o las medidas excepcionales previstas, cambia la situación.
En la hipótesis –teóricamente improbable– de que esta ley se mantenga durante todo 2025, a falta de nuevos textos presupuestarios, la OFCE estima ahora que el crecimiento podría alcanzar el 1,4%. Por otra parte, a menos que se adopten nuevas medidas, “el déficit público se situaría entre el 6,1% y el 6,4% del PIB en 2025”, indican los autores de la nota, en lugar del 5,3% previsto en el PLF 2025. “Tendremos un poco más de crecimientoresume Mathieu Plane, subdirector del departamento de Análisis y Previsiones de la OFCE y uno de los autores de la nota. Pero hay que tener cuidado con los efectos inducidos, ligados a las incertidumbres que pesan sobre las empresas, por ejemplo, o al riesgo de inestabilidad. »
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A las empresas, la ley especial les permite escapar, al menos por un tiempo, de un aumento significativo de las cotizaciones obligatorias, de más de 20 mil millones de euros en total. La cancelación de la contribución excepcional a los grandes grupos supondrá por sí sola 8.000 millones de euros menos de impuestos para las mayores empresas francesas. También se pospone la “reperfilación” de las exenciones de las cotizaciones empresariales para los salarios bajos, que representa 4 mil millones de euros: esto es una ganancia para las empresas que utilizan ampliamente este sistema. En cuanto a la suspensión de la reducción de la contribución sobre el valor añadido (CVAE), también supone un ahorro de 1.000 millones de euros para las empresas.
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