Un adolescente abrió fuego el lunes en su escuela de Madison, en el norte de Estados Unidos, matando a dos personas e hiriendo a otras seis antes de ser encontrado muerto, según las autoridades, otra tragedia más en este país habitualmente afligido por los asesinatos escolares.
“Tres personas han muerto, incluido el presunto tirador”, dijo Shon Barnes, jefe de policía de esta ciudad del medio oeste de Estados Unidos. El sospechoso, cuya edad o sexo no revela, es un “estudiante adolescente” que asiste a la escuela privada Abundant Life Christian School. A las 10:57 a. m. hora local del lunes, la policía de Madison fue notificada de un tiroteo en curso en esta escuela cristiana privada que atiende a casi 400 estudiantes, desde jardín de infantes hasta escuela secundaria.
“El tirador estaba muerto antes de que llegáramos”, dijo Shon Barnes, precisando que se había encontrado una “pistola” en el lugar de la tragedia. El asesinato ocurrió en un solo espacio del establecimiento: “No sé si fue en un salón de clases o en un pasillo”, explicó. “Hemos asegurado la escuela, no hay otras amenazas o peligros para la comunidad”, aseguró, afirmando que desconoce, en este momento, las motivaciones del sospechoso.
“Prevenir la violencia armada”
Tony Evers, gobernador de Wisconsin, dijo en su .
Joe Biden calificó el tiroteo de “impactante y sin sentido” en un comunicado el lunes. “El Congreso debe actuar”, comentó el presidente estadounidense, que lleva mucho tiempo pidiendo en vano leyes más estrictas sobre las armas de fuego. “Este es realmente un día triste para Madison y para nuestro país”, dijo Shon Barnes, quien comenzó su carrera como maestro antes de convertirse en oficial de policía.
“Creo que debemos mejorar en nuestro país y nuestra comunidad para prevenir la violencia armada”, dijo el alcalde de Madison, Satya Rhodes-Conway. “Esperaba que este día nunca llegara a Madison”, lamentó el concejal demócrata.
emoción fuerte
Los repetidos asesinatos en las escuelas provocan una fuerte emoción en la opinión pública de los Estados Unidos, un país que paga un precio muy alto por la difusión de armas de fuego y la facilidad con la que la población tiene acceso a ellas.
En septiembre, un adolescente de 14 años mató a cuatro personas, dos estudiantes de su edad y dos profesores, al abrir fuego en su escuela secundaria en Georgia. En 2012, un loco mató a tiros a 20 niños de seis y siete años en una escuela primaria de Connecticut.
Un hecho tan traumático se repitió en mayo de 2022 cuando un joven de 18 años mató a tiros a 19 estudiantes y dos maestros en una escuela primaria en Uvalde, Texas. Entre estas dos tragedias, una masacre cometida en una escuela secundaria de Florida, el 14 de febrero de 2018 en Parkland, desencadenó un amplio movimiento nacional, con los jóvenes a la vanguardia, para exigir una regulación más estricta de las armas individuales en Estados Unidos. Sin realmente mover las líneas.
(afp/rk)
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