En su pub del centro de Londres, Kate Davidson se vio obligada a tomar una decisión sin precedentes: racionar la Guinness, que escasea en el país, impulsada por un renovado interés por la famosa cerveza irlandesa.
En los últimos días, muchos bares e incluso algunos pubs irlandeses han informado de tener problemas para conseguir abastecimiento de sus proveedores habituales.
“Estoy un poco sorprendido porque es Navidad. Nunca hubiera imaginado que se agotarían en esta época del año, cuando los pubs están especialmente concurridos, explica Kate Davidson, de 42 años y copropietaria del Old Ivy House, un pub en el distrito de Clerkenwell, en el centro de Londres.
En su mostrador, una copa de Guinness vacía indica que el grifo está seco.
El grupo Diageo, que produce cerveza irlandesa, ha comenzado a racionar los volúmenes que vende a los pubs debido al aumento de la demanda.
Popularidad en aumento
Esta bebida espesa y oscura, tradicionalmente promocionada como la bebida favorita de los fanáticos del rugby y de los hombres de cierta edad, está viendo crecer su popularidad entre los jóvenes, particularmente las mujeres jóvenes.
Las ventas de Guinness en volumen aumentaron casi un 21% entre julio y octubre, a pesar de un mercado de cerveza bastante decreciente, según cifras de la empresa especializada CGA de NIQ.
“El mes pasado, asistimos a una demanda excepcional de Guinness por parte de los consumidores”, afirmó un portavoz de Diageo en un comunicado enviado a la AFP.
“Hemos maximizado nuestra oferta y estamos trabajando proactivamente con nuestros clientes para gestionar la distribución (…) de la forma más eficiente posible”, añadió.
La empresa precisa que el problema sólo afecta a Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales), y no a Irlanda o Irlanda del Norte.
«Guinnfluencers»
Kate Davidson se dio cuenta de que había un problema el lunes pasado, cuando intentó hacer su pedido habitual de siete u ocho barriles de Guinness y su proveedor sólo pudo venderle cuatro.
Ellos “confirmaron que Diageo los estaba racionando, por lo que a nosotros también nos estaban racionando”, explica.
Por eso, a la propietaria y a su socio se les ocurrió la idea de introducir una tarjeta de racionamiento, que obliga a los consumidores a comprar dos bebidas más antes de poder pedir una Guinness. “Nadie dio media vuelta y se fue (del pub)”, asegura.
A pesar de esta iniciativa, los barriles, que contienen cada uno 88 pintas de Guinness, estaban vacíos el viernes por la noche. Y la próxima entrega no se realizará hasta el miércoles.
“Es un poco triste”, admite Claudia Russo, tatuadora de 39 años y gran fanática de la Guinness, que optó por un Bloody Mary.
En el norte de Inglaterra, Shaun Jenkinson, director de la cadena de pubs irlandeses Katie O’Brien’s, declaró a la AFP que durante dos semanas sólo había recibido “alrededor del 70%” de la cantidad que normalmente necesita para abastecer sus establecimientos.
Y la cadena ha recibido “continuas advertencias por parte de los proveedores de que no esperan poder cubrir (sus) necesidades para Navidad”.
A principios de este año, la directora ejecutiva de Diageo, Debra Crew, dijo que el consumo de Guinness aumentó un 24% entre las mujeres a medida que el grupo cambió su estrategia de marketing para atraer nuevos consumidores.
En las redes sociales, los influencers, rebautizados como “Guinnfluenceurs”, han impulsado el renovado éxito de la famosa cerveza, entre ellos la estrella Kim Kardashian, que publicó una foto suya bebiendo Guinness en Instagram.
Algunos se subieron al escenario intentando completar el desafío de alinear, en un solo sorbo, la cantidad de líquido con la barra en medio de la letra “G” del logo de Guinness escrito en el vaso.
Para frenar la escasez, Howard Thomas, de 79 años, entrevistado por la AFP en Old Ivy House, tiene una solución: “Evita que los jóvenes beban Guinness y no habrá más problemas. Guardémoslo para los mayores”.
Related News :