La amenaza de Estados Unidos de imponer un recargo del 25% a las importaciones canadienses preocupa a los productores privados de madera.
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Estos propietarios de bosques venden su producción a empresas industriales, que venden una parte importante de sus productos al sur de la frontera.
Temen el impacto del segundo mandato de Donald Trump.
Ya durante su primer mandato, el presidente Trump había impuesto un recargo a los productos canadienses, lo que los había obligado a sufrir una caída de sus ingresos del 10% al 15%.
Si el precio previsto por los americanos alcanza realmente el 25%, el sindicato de productores de madera espera que sus miembros sufran pérdidas de varios miles de dólares.
Algunos acuerdos con fabricantes siguen siendo válidos por dos años y medio, pero las empresas ya quieren negociar contratos por sólo un año.
La unión regional todavía ve claros en el horizonte.
Los consumidores estadounidenses podrían persuadir a su gobierno de los efectos perversos de estos precios, especialmente la construcción se está recuperando.
Canada
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