En toda Suiza, el número de ladrones en los supermercados aumentó un 20% en 2022. Ese mismo año, Lidl introdujo etiquetas electrónicas antirrobo para proteger su carne, pescado y otros alimentos. Desde 2021, en muchas tiendas Migros, así como en Ikea, la puerta de salida no se abre si el cliente no ha escaneado su recibo. Aldi y Lidl también pusieron barreras de este tipo. El gigante naranja también utiliza la videovigilancia, al igual que su competidor Coop. Ambos también movilizan a detectives internos.
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