“No soy yo quien tiene la culpa”, pero el acontecimiento tendría consecuencias: “18 millones” de franceses “verán aumentado su impuesto sobre la renta”, advirtió Barnier, si su gobierno fuera derrocado y no se aprobara el presupuesto. .
“Cinismo”
Descartó la posibilidad de ser reelegido al cuestionar el “sentido” de tal escenario y la hipótesis de la dimisión de Emmanuel Macron.
“Ficción política”, había desestimado poco antes el propio presidente, desde Riad, donde se encuentra en visita de Estado.
Macron denunció un “cinismo insoportable” del RN si votara a favor de una moción presentada por la izquierda “que insulta a sus votantes”. Argumento retomado sobre TF1 y France 2 por el Primer Ministro, texto de la moción Nuevo Frente Popular en mano.
En cuanto al PS, muestra una “pérdida total de orientación” al censurar al gobierno, acusó Macron.
El Jefe de Estado, sin embargo, pidió “no asustarse” evocando los riesgos de una crisis financiera.
En la Asamblea, la conferencia de presidentes fijó el miércoles a las 16.00 horas para el examen de las mociones de censura presentadas por la izquierda y el RN.
Y para la jefa de diputados del LFI, Mathilde Panot, “la caída de Barnier está confirmada”. “Es muy doloroso ver al Primer Ministro”, consideró tras su aparición en televisión. “Él lucha como pez fuera del agua, incluso si eso significa hundirse en la mediocridad y la mentira”.
Marine Le Pen estimó, por su parte, que “sólo podría fracasar” después de haber incluido su presupuesto “en la catastrófica continuidad de Emmanuel Macron”.
“Comenzar”
Derrocar al Gobierno nombrado el 5 de septiembre sería “una disolución de espíritus”, “pero no creo en ello”, insistió Emmanuel Macron. “Cada uno asumirá sus responsabilidades”, añadió, negándose a considerar públicamente las opciones para sustituir a Michel Barnier en Matignon.
Barnier recogió el martes por la tarde el apoyo del presidente (LR) del Senado, Gérard Larcher, que pidió a los diputados “empezar” a “superar los resentimientos”.
El lunes, como era de esperar, el Primer Ministro asumió la responsabilidad de su Gobierno en relación con el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social (PLFSS), asegurando que había estado “al final del diálogo” con los grupos políticos, incluido el RN.
Las acciones anunciadas por Michel Barnier para atender las demandas de la extrema derecha no habrán sido suficientes.
“No creía que (Marine Le Pen) se atreviera”, dijo el primer ministro el lunes tras una conversación telefónica con el líder de los diputados RN.
“Es el RN el que ha obtenido los mayores beneficios políticos”, pero “prefiere sacrificarlos a espaldas de los franceses”, lamentan los que rodean al jefe de Gobierno. Tiene “una agenda personal”, añade la misma fuente, en alusión al proceso de los asistentes de RN en el Parlamento Europeo, donde Marine Le Pen corre el riesgo de ser inelegible.
Si el ejecutivo cae, Francia se hundiría aún más en la crisis política creada por la disolución de la Asamblea Nacional por parte de Emmanuel Macron en junio.
Especulaciones
En los mercados financieros, los tipos de interés a los que Francia se endeuda se han ajustado ante las incertidumbres. Pero la Bolsa de París se mantuvo casi estable, a la espera de la votación.
Ya abundan las especulaciones sobre los posibles sucesores de Michel Barnier, desde el ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, hasta el centrista François Bayrou en el campo presidencial.
“Ese no es realmente el tema”, respondió Lecornu en Le Parisien, refiriéndose al “juego no siempre benévolo” de quienes hacen circular su nombre.
Sin embargo, la ecuación sigue siendo la misma en la Asamblea: ninguna configuración parece prometer una mayoría para aprobar un presupuesto para 2025.
El primer secretario del PS, Olivier Faure, pidió a Emmanuel Macron que nombrara un “primer ministro de izquierdas”, pero abierto “a un compromiso” con el bloque central, afirmando que estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de Matignon.
Related News :