Tras el éxito del vuelo inaugural del cohete Ariane 6 en julio, que permitió a Europa recuperar el acceso al espacio, las miradas están ahora fijas en el lanzador Vega C, que deberá transportar el satélite Sentinel-1C del programa de observación de la Tierra Copérnico de la Unión Europea. .
Inicialmente previsto para el martes, el despegue se pospuso para el miércoles 4 de diciembre a las 18.20 hora local (21.20 GMT) desde el puerto espacial europeo de Kourou, en la Guayana Francesa.
“Había controles adicionales que queríamos hacer en las conexiones eléctricas del piso superior. Esto es de rutina, nada excepcional”.dijo a la AFP Toni Tolker-Nielsen, director de transporte espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Este vuelo será objeto de especial atención porque el predecesor del Vega C, Vega, ya no está en servicio después de su último lanzamiento en septiembre.
“Es crucial porque la autonomía estratégica europea se apoya en dos patas: una grande, que es la del Ariane 6, un lanzador pesado, y la Vega C, que es un lanzador un poco más pequeño pero que complementa bien la capacidad europea de ‘acceso al espacio’.resume Philippe Baptiste, director general del CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales), en una entrevista con la AFP.
La primera misión comercial de Vega C en diciembre de 2022 terminó en un fracaso provocando la pérdida de dos satélites Airbus, mientras Europa ya se veía privada de Soyuz tras la invasión rusa de Ucrania y a la espera del Ariane 6.
La decisión de devolver al Vega C a la misión se tomó tras pruebas concluyentes del motor Zefiro-40, que equipa la segunda etapa del lanzador y cuyo fallo fue la causa del fallo. Ha sido rediseñado.
En octubre, el fabricante italiano Avio encendió con éxito un motor por segunda vez, tras una prueba inicial en mayo, en sus instalaciones de pruebas de Salto di Quirra, Cerdeña.
Después de este segundo disparo, los ingenieros concluyeron que el nuevo conjunto de boquilla y motor habían funcionado según lo diseñado.
“No sólo corregimos el problema de este motor, sino que también comprobamos otros puntos que podrían ser críticos”insistió Toni Tolker-Nielsen.
“Camioneta y furgoneta”
Según él, el próximo año están previstos cuatro lanzamientos del Vega C, que coloca satélites en órbita baja, y cinco en 2026.
“Estamos muy contentos de ver a Vega C regresar al vuelo y al mismo tiempo atentos y vigilantes”subraya por su parte Philippe Baptiste.
Esta misión también es fundamental para la misión Copernicus, que proporciona datos y servicios permanentes de observación planetaria en beneficio de las autoridades públicas, las empresas y los habitantes de todo el mundo.
Para esta misión se necesitan dos satélites, pero el que ya está en órbita, el Sentinel 1B, “se rompió”según Toni Tolker-Nielsen.
Vega C y Ariane 6 son hoy los dos lanzadores soberanos y complementarios a disposición de los poderes públicos europeos.
“Cuando tengas que trasladar un estudio, puedes alquilar una furgoneta. Si tienes que trasladar 300 m2, alquilarás un camión grande. Allí es lo mismo”explica a la AFP Pierre Lionnet, director de investigación de Eurospace, que reúne a los industriales espaciales europeos.
Vega permite enviar satélites pequeños a órbita baja, mientras que Ariane 6 está diseñado para desplegar satélites más grandes en órbita baja y otros más pequeños en órbitas o constelaciones de satélites más altas.
La segunda misión Ariane 6, con un satélite de observación militar, inicialmente prevista para finales de 2024, tendrá lugar a partir de mediados de febrero, un aplazamiento que los actores espaciales intentan restar importancia.
“Siempre estamos muy atentos en los primeros vuelos, intentamos llevar la mayor seguridad posible”subraya Philippe Baptiste.
“El verdadero desafío es tener éxito en este segundo vuelo y luego en la aceleración. Esto se desarrollará durante los próximos dos años”.concluye.
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