El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza con aumentar drásticamente los derechos de aduana sobre las importaciones chinas, ante la supuesta pasividad de Pekín ante el tráfico de opioides responsable de una grave crisis sanitaria en Estados Unidos. El magnate republicano acusa a China de no hacer lo suficiente para impedir el tráfico de fentanilo, una droga que según las autoridades estadounidenses ha causado más de 70.000 muertes por sobredosis en 2023. Pekín dice ser muy proactiva en la lucha contra este fenómeno. Una actualización sobre la situación.
El fentanilo es un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y mucho más fácil y barato de producir. Es la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años.
La DEA, la agencia antidrogas estadounidense, dice que China es “la principal fuente de precursores químicos vinculados al fentanilo que se introducen de contrabando en Estados Unidos”. Pekín reforzó los controles en 2019, lo que permitió reducir el tráfico directo a Estados Unidos. Pero según el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, los precursores químicos ahora se envían a México, donde se transforman en fentanilo antes de ser contrabandeados a Estados Unidos.
Estos compuestos suelen ser legales en China, donde la comunidad médica los utiliza como analgésicos, lo que complica los procedimientos legales. China afirma que no hay “tráfico ilegal de fentanilo” entre su territorio y México, pero promete reforzar los controles y recuerda que es “uno de los países más duros del mundo” contra los narcóticos.
La administración Biden ha hecho de la lucha contra el fentanilo una de sus prioridades. En octubre, el gobierno sancionó a decenas de entidades e individuos con sede en China acusados de ser “la fuente de suministro” de traficantes estadounidenses, vendedores de la web oscura y cárteles mexicanos.
El grupo, formado por empresas ubicadas en Wuhan, en otras partes de China continental y en Hong Kong, está acusado de haber enviado a México y Estados Unidos un total de 900 kilos de precursores químicos, incautados por las autoridades. “El tráfico global de fentanilo, que provoca la muerte de estadounidenses, a menudo comienza en plantas químicas chinas”, dijo Merrick Garland, el Fiscal General de Estados Unidos. Beijing calificó las sanciones como una campaña de “presión” injustificada.
Los debates sobre la lucha contra las drogas se han visto afectados por las tensiones chino-estadounidenses. Pero durante una cumbre celebrada en noviembre de 2023 en San Francisco, el presidente estadounidense Joe Biden y el presidente chino Xi Jinping prometieron reiniciar las conversaciones. Este verano se reunió en Washington un grupo de trabajo sobre tráfico de drogas. China ha anunciado controles más estrictos sobre tres precursores clave del fentanilo.
Pero los expertos dicen que los traficantes se están adaptando rápidamente creando nuevas variantes de sustancias químicas incluso antes de que sean identificadas y reguladas.
Donald Trump parece decidido a adoptar una línea dura contra China. Pero no hay garantía de que sus aranceles tengan el efecto deseado. En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que el país “sigue dispuesto a continuar la cooperación antidrogas con Estados Unidos”. Pero Beijing también pidió a Estados Unidos “no dar por sentada la buena voluntad de China”.
Las complejas redes de lavado de dinero agravan el problema. Varios expertos subrayan que sólo una mayor coordinación entre Washington y Pekín podrá remediar esta situación.
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