El Marruecos continúa una trayectoria alentadora en la gestión de sus deuda publicasegún el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI). El país se beneficia de la sostenibilidad de la deuda y los riesgos relacionados se consideran moderados. Esta evaluación se basa en factores como la estructura de deuda favorable, un marco fiscal sólido y reformas continuas destinadas a mejorar la resiliencia económica del país.
con un ratio esto/PIB que pasó del 71,5% en 2022 al 69,5% en 2023, el país demuestra capacidad de resiliencia y gestión presupuestaria precavido. Esta evolución positiva refleja un fuerte crecimiento del PIB nominal del 10%, respaldado por una recuperación del crecimiento real al 3,4% y una inflación medida por el deflactor del PIB que alcanzó el 6,4%.
El FMI proyecta que esta relación deuda-PIB debería seguir disminuyendo hasta alcanzar aproximadamente el 68,3% en 2025, el 67,2% en 2026 y el 65% del PIB para 2029. Esta tendencia se basa en consolidación presupuestaria incluirse progresivamente en los objetivos del gobierno. La reducción de la deuda se ve facilitada, además, por un aumento de los ingresos fiscales (IVA, impuesto de sociedades) que apoya la reducción del déficit presupuestario, previsto en el 4,3% del PIB en 2024, al 3,8% el año siguiente y al 2,9% en 2028.
En términos nominales, el deuda pública central se estima en 1.016,6 mil millones de dírhams en 2023, con un aumento previsto hasta 1.075,3 mil millones de dírhams este año, 1.128,2 mil millones en 2025 y 1.340 mil millones de dírhams en 2029, junto con un aumento del tamaño del PIB nominal. Este último debería alcanzar 1.557,1 mil millones de DH en 2024 y 1.850,5 mil millones de DH en 2027, antes de superar la marca de 2.000 mil millones de DH en 2029, es decir, 2.062,9 mil millones de DH.
Sin embargo, el informe destaca importantes desafíos relacionados con necesidades de financiación. Este último aumentó del 14,6% del PIB en 2022 al 20,6% en 2023, debido principalmente a un aumento en los pagos de la deuda. Esta presión debería disminuir a partir de 2024, con una proyección de necesidades brutas de financiación que representarán el 12% del PIB y luego una estabilización de alrededor del 10% en el mediano plazo.
Los riesgos a corto plazo siguen siendo relativamente moderados, a pesar de los desafíos relacionados con los pasivos contingentes, como planes de jubilación sector público insuficientemente financiado y garantías sobre este externo del empresas publicas. Sin embargo, una gestión presupuestaria prudente y una mejora de los ingresos fiscales, en particular a través del IVA y el impuesto de sociedades, permiten contener estos riesgos inmediatos. A medio plazo, la situación sigue siendo favorable, con proyecciones de reducción del déficit y menores necesidades de financiación, lo que debería estabilizar la deuda a un nivel sostenible. Sin embargo, el país tendrá que seguir preparándose para posibles shocks externos y gestionar las garantías sobre la deuda de las empresas públicas, que siguen siendo fuentes potenciales de riesgos.
A largo plazo, los riesgos se califican como moderados, aunque desafíos como el cambio climático y la demografía son factores a considerar. EL Marruecos es consciente de estos riesgos y ya ha lanzado importantes reformas para abordarlos, particularmente en los sectores del agua, la salud y las pensiones, destinadas a fortalecer la resiliencia de la economía.
Además, la estructura del deuda marroquí constituye un activo notable. El país se beneficia de vencimientos relativamente largos y de una baja proporción de deuda en moneda extranjera, lo que reduce las vulnerabilidades vinculadas a las fluctuaciones externas. Sin embargo, se espera que los pagos de intereses aumenten ligeramente a mediano plazo como resultado del aumento de las tasas de interés nacionales e internacionales.
Para consolidar estos logros, el FMI recomienda reformas específicas, en particular la introducción de una regla fiscal basada en la deuda pública y el fortalecimiento del marco fiscal a mediano plazo. Estas medidas tienen como objetivo limitar los riesgos vinculados a los compromisos condicionales (obligaciones sujetas a la ocurrencia de un evento específico), como los planes de pensiones públicos infrafinanciados, las garantías sobre la deuda externa de las empresas públicas o incluso los créditos subsidiados concedidos durante el Covid-19. pandemia.
A pesar de estos desafíos, el contexto macroeconómico sigue siendo favorable. Reciente reformas fiscalescomo la optimización del IVA y la mejora del impuesto de sociedades, han permitido incrementar los ingresos tributarios y compensar parte del gasto creciente. Esta gestión prudente también ha ayudado a mantener la confianza de los socios internacionales, fortaleciendo la estabilidad económica del país.
En conclusión, Marruecos parece estar en el camino correcto para contener y reducir su nivel de deuda pública garantizando al mismo tiempo una gestión rigurosa de los riesgos asociados. Sin embargo, el FMI enfatiza que serán necesarios esfuerzos constantes en términos de reformas estructurales y gestión presupuestaria para sostener esta dinámica y fortalecer la resiliencia económica frente a los shocks externos.
Cabe señalar que este informe se publicó el 25 de noviembre tras la finalización de la segunda revisión del acuerdo en el marco del Mecanismo de Resiliencia y Sostenibilidad para Marruecos (aproximadamente 1.300 millones de dólares aprobados el 28 de noviembre de 2023). La finalización de la revisión permitió a Marruecos retirar aproximadamente 415 millones de dólares, con lo que los desembolsos totales en virtud del acuerdo ascendieron a aproximadamente 747 millones de dólares.
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