Amina Lotfi: El objetivo de las jornadas de puertas abiertas de la Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos (ADFM) es informar y sensibilizar a través de nuestras acciones sobre el impacto de las leyes discriminatorias sobre las mujeres en particular y sobre la sociedad en general y sobre la importancia de activar la reformas necesarias para combatir la violencia y la discriminación contra las mujeres.
Estas jornadas serán un espacio de intercambio y diálogo entre miembros de la asociación y participantes en torno a temas relacionados con la violencia contra las mujeres. Incluirán presentaciones, mesas redondas, debates con jóvenes, talleres artísticos, así como el intercambio de publicaciones de la asociación.
¿Cree que la sociedad marroquí es hoy más consciente del problema de la violencia contra las mujeres?
Para poder decir si la sociedad es más consciente, necesitamos indicadores que permitan hacer esta evaluación. Sin embargo, hasta la fecha, si bien nuestro país adoptó muy tempranamente una estrategia para combatir la violencia, nuestra Constitución defiende firmemente la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación, y desde 2018 contamos con una ley encaminada a combatir la violencia contra las mujeres, aunque está incompleto, está claro que estos esfuerzos siguen siendo insuficientes. La violencia persiste en todos los espacios, ya sean privados, públicos o virtuales. Además, las estadísticas del Alto Comisionado de Planificación (HCP) son preocupantes y nos dicen que no hay ningún cambio o disminución significativa en las estadísticas. Los últimos acontecimientos también son reveladores, como el ataque a la joven en la calle en Tánger por parte de tres individuos, el ataque a la dignidad de las mujeres marroquíes, el llamamiento a la violencia contra ellas por parte de un YouTuber…
¿Cree que campañas como los 16 Días de Activismo tienen un impacto duradero en las mentalidades?
Las 16 Jornadas de Activismo contra la Violencia contra las Mujeres tienen el mérito de recordar anualmente a los responsables sus obligaciones y de sensibilizar e informar a la población de que la violencia contra las mujeres tiene efectos multidimensionales sobre las víctimas, sus familias, la sociedad y la economía en su conjunto. Digamos que los 16 Días de Activismo son recordatorios oportunos para el establecimiento de un marco legal e institucional, así como mecanismos de recurso para proteger a todas las mujeres contra todo tipo de violencia.
Para tener un impacto real y efectivo en las mentalidades, es necesario poner en marcha una política global con medidas que apunten a todos los canales de transmisión de prejuicios y estereotipos sexistas y que promuevan en todo momento la cultura de la igualdad y la no discriminación. todos los canales educativos y de medios y todas las instituciones de socialización.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales obstáculos para la erradicación de la violencia contra las mujeres en nuestro país?
Hay muchos obstáculos. Estas incluyen normas sociales y culturales conservadoras que se basan en concepciones patriarcales y sexistas que legitiman la violencia para garantizar el dominio y la superioridad masculina. Por ejemplo, el principio de “Kiwama” que sitúa a la familia bajo la autoridad masculina.
Además, leyes discriminatorias que no protegen a las mujeres contra todo tipo de violencia y discriminación y/o que fomentan la impunidad en particular: el Código de Familia de 2004 contiene numerosas discriminaciones y esperamos que el nuevo se desarrolle sobre la base de la igualdad y el mejor intereses del niño. El Código Penal que data de 1962. Su filosofía patriarcal y sus disposiciones discriminatorias contra la mujer no garantizan una protección efectiva de la mujer. Ley 103-13 de lucha contra la violencia contra las mujeres, que simplemente revisó ciertos artículos de la legislación penal sin medidas reales de protección para las mujeres. Por ejemplo, si la víctima retira su denuncia, el agresor ya no está sujeto a procesamiento. La mujer víctima de violación debe probar su falta de consentimiento, de lo contrario será procesada en virtud del artículo 490 del Código Penal, por relaciones sexuales fuera del matrimonio…
También hay debilidades en el sistema judicial que enfrenta importantes desafíos en la lucha contra la violencia contra las mujeres. Los procesamientos pueden ser lentos, desiguales y en ocasiones marcados por prácticas discriminatorias. Algunas víctimas enfrentan dificultades para obtener pruebas suficientes o para superar la renuencia de algunas autoridades judiciales a tratar estos casos con rigor. La lentitud del sistema judicial desalienta a las víctimas a presentar denuncias, lo que trivializa y perpetúa la violencia.
Finalmente, la falta de recursos económicos, que hace que las mujeres sean particularmente vulnerables a la violencia, se suma a la falta de concienciación y capacitación sobre los derechos de las mujeres entre la población. Esta deficiencia también afecta a los jueces y agentes del orden, la gran mayoría de los cuales no cuentan con las herramientas necesarias para identificar y abordar eficazmente los casos de violencia contra las mujeres.
¿Son suficientes los sistemas de apoyo a las víctimas disponibles actualmente (centros de acogida, líneas telefónicas de ayuda, etc.)? ¿Cuáles son las necesidades prioritarias a este nivel?
Son principalmente las ONG las que han creado sistemas de apoyo a las víctimas en términos de servicios de orientación jurídica, ayuda psicológica y apoyo material. Pero las asociaciones tienen dificultades para satisfacer la creciente demanda debido a la limitación de recursos. Los sistemas de apoyo siguen siendo insuficientes. Para responder a la magnitud del problema, deben ser responsabilidad del Estado abordar la falta de recursos financieros, la desigualdad geográfica en el acceso a los servicios, así como la formación insuficiente de los profesionales, que constituyen obstáculos importantes para un apoyo eficaz. . Las prioridades para mejorar esta situación son: la institucionalización de estos sistemas, la extensión geográfica de los servicios, la formación especializada de las partes interesadas, el acceso a la asistencia jurídica y el apoyo psicológico reforzado.
En su opinión, ¿cómo podría contribuir la reforma del Código de Familia a la lucha contra la violencia contra las mujeres?
Dado el impacto negativo de la aplicación del Código de 2004 en las vidas de mujeres y niños, el nuevo código de familia puede ayudar a combatir la violencia contra las mujeres. Para ello, es necesario limpiar el nuevo Código de Familia de todas las disposiciones discriminatorias, en particular las relativas a la poligamia, el divorcio, la tutela, la división de bienes y el sistema de herencia. Todas las disposiciones de la jurisdicción familiar deben garantizar la igualdad, la equidad, la justicia social y facilitar el acceso de las mujeres a sus derechos.
Por último, ¿cuáles son sus esperanzas sobre la evolución de los derechos de las mujeres en Marruecos en los próximos años?
La erradicación de la violencia contra las mujeres en Marruecos a través de un enfoque integral que incluya no sólo reformas legislativas, judiciales, institucionales y mecanismos de recurso para una buena atención a las víctimas, sino también un cambio de mentalidad en todos los ámbitos de la educación y la sensibilización.
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