La olivicultura en la provincia de Sefrou destaca como uno de los sectores agrícolas más dinámicos y prometedores de la economía local. Además de participar activamente en el desarrollo socioeconómico de la región, genera multitud de oportunidades de empleo, tanto directos como indirectos, y apoya a numerosos actores de la cadena de valor.
Las ventajas naturales de la región, empezando por un clima y un suelo especialmente favorables al cultivo del olivo, la convierten en un auténtico caldo de cultivo para esta actividad. La presencia de productores altamente calificados también contribuye a la riqueza y calidad de las cosechas, garantizando un rendimiento óptimo en cada temporada.
Según la Dirección Provincial de Agricultura, la provincia de Sefrou cuenta con 25 modernas plantas de trituración de aceitunas, repartidas por todo su territorio, con una impresionante capacidad de procesamiento de 700 toneladas de aceitunas al día. Esta infraestructura permite responder eficazmente a la demanda y promover las cosechas locales.
La temporada de recolección de aceitunas comienza cada año en noviembre y puede extenderse hasta finales de diciembre. Este período es tanto más favorable cuanto que coincide con la proximidad de Sefrou a las grandes ciudades de Fez y Meknes, lo que facilita la comercialización de las aceitunas y sus productos derivados.
Mohamed Bendriss El Amraoui, jefe del departamento de ejecución de proyectos de la dirección provincial de Agricultura, declaró recientemente a la MAP que la superficie plantada de olivos en Sefrou alcanza las 31.500 hectáreas, o casi el 27% de la superficie cultivable de la provincia. De esta superficie, aproximadamente 25.300 hectáreas son tierras cultivables, mientras que 5.800 hectáreas son de regadío, lo que representa el 18% del área total.
Se espera que la producción de aceituna para este año alcance las 27.300 toneladas, lo que supone un aumento del 15% respecto al año anterior. Al mismo tiempo, la producción anual de aceite de oliva podría alcanzar las 4.000 toneladas, un comportamiento notable, en particular gracias a unas condiciones climáticas favorables, marcadas por unas precipitaciones tempranas que mejoraron la calidad de las aceitunas. Estas óptimas condiciones permiten un alto rendimiento de aceite, que puede alcanzar entre el 18 y el 20% en olivos de regadío.
Amraoui destacó los esfuerzos sostenidos del Estado en el marco del Plan Marruecos Verde, destinado a impulsar el sector oleícola en Sefrou. Desde 2010 se han plantado cerca de 3.500 hectáreas de olivos, con una media de 350 hectáreas al año. Estas iniciativas continúan con la construcción de nuevas unidades trituradoras modernas y un apoyo específico a los pequeños agricultores.
De este modo, los agricultores se benefician de subvenciones para la adquisición de equipos agrícolas y sistemas de riego por goteo, y la ayuda financiera cubre hasta el 100% de los costes de instalación. Para la plantación de olivos se conceden subvenciones de 5.000 dírhams por hectárea de regadío, mientras que la plantación en tierras vírgenes se beneficia de una ayuda de 3.500 dírhams por hectárea. Además, las subvenciones para la construcción y el equipamiento de unidades de trituración pueden alcanzar el 10% de los costes, con un límite máximo de 2 millones de dírhams.
También se fomenta la exportación de aceite de oliva, con una ayuda de 2 dírhams por litro exportado, reforzando así la competitividad de los productores locales en los mercados internacionales.
Todos estos esfuerzos demuestran la voluntad de las autoridades de reforzar el lugar del cultivo del olivo en el panorama económico de Sefrou, ofreciendo al mismo tiempo a los productores las herramientas necesarias para afrontar los retos del mercado y las exigencias de calidad cada vez más elevadas.
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