Los expertos temen que estos mecanismos permitan a los Estados declararse más virtuosos de lo que realmente son, creando un “lavado verde” a gran escala.
Publicado el 23/11/2024 19:34
Actualizado el 23/11/2024 19:38
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Los países ricos ahora podrán cumplir sus objetivos climáticos pagando a países de África o Asia en lugar de reducir sus propias emisiones de gases de efecto invernadero, gracias a la adopción en la COP29, el sábado 23 de noviembre, de nuevas normas que ya se sospechaban de “lavado verde”. Hasta ahora, los créditos de carbono eran utilizados principalmente por empresas que deseaban cancelar sus emisiones para pretender ser neutras en carbono, un mercado que ha escapado a todas las normas internacionales y que ha estado marcado por numerosos escándalos.
De ahora en adelante, para alcanzar sus objetivos climáticos derivados del acuerdo de París, los países –principalmente los ricos contaminadores– podrán comprar créditos de carbono o firmar transacciones directamente con otros países “buenos estudiantes” que superarían sus propios objetivos. Esta opción estaba prevista en el artículo 6.2 del Acuerdo de París de 2015, la base de la acción climática global, pero la decisión del sábado la hace efectiva.
Los expertos temen que estos mecanismos permitan a los Estados declararse más virtuosos de lo que realmente son, creando un “lavado verde” a gran escala. Pero los países en desarrollo, principalmente en África y Asia, dependen en gran medida de estas transacciones para obtener financiamiento internacional.
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