Un gigante europeo a la deriva
Creada en 2016, Northvolt esperaba convertirse en líder europeo en la producción de baterías eléctricas. Después de recaudar más de 13.000 millones de euros de inversores como Volkswagen, BMW y Volvo, la empresa inauguró su primera fábrica en Skellefteå en 2022. Pero hay retrasos en la producción relacionados con fallos técnicos y una estrategia de expansión demasiado costosa que rápidamente puso en peligro sus finanzas. En 2023, sus pérdidas alcanzaron los 12,8 mil millones de coronas suecas (es decir, 1,1 mil millones de euros). A pesar de un enorme préstamo de 4.300 millones de euros obtenido a principios de 2024, la empresa no pudo cumplir las condiciones requeridas, lo que agravó la crisis de liquidez.
Una reestructuración bajo la protección estadounidense
Por lo tanto, Northvolt se ha colocado bajo la protección del Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense (puede hacerlo porque también tiene una actividad, aunque modesta, en los Estados Unidos), una medida que debería ayudarle a reestructurar su deuda y asegurar financiación de emergencia de 245 millones de dólares. En este contexto, la empresa espera continuar con sus entregas, cumplir los compromisos con sus proveedores y estabilizar sus principales actividades, en particular la producción de celdas de batería. Lamentablemente, los proyectos de gigafábricas en Alemania y Canadá no están incluidos en este procedimiento. La dirección también anunció la dimisión de su director general y cofundador, Peter Carlsson, sustituido temporalmente por un dúo de directivos.
Los desafíos estructurales y financieros de Northvolt
Northvolt se ha visto afectada por una desaceleración general de la demanda de vehículos eléctricos, así como por dificultades técnicas para aumentar la producción. Además, fracasaron las negociaciones para un rescate financiero, especialmente con Volkswagen y Goldman Sachs. A esto se suman decisiones estratégicas controvertidas, como el cierre de una fábrica de cátodos y la eliminación de 1.600 puestos de trabajo en septiembre de 2024. La deuda de la empresa asciende ahora a 5.800 millones de dólares, frente a sólo 30 millones de dólares de liquidez disponible.
Un impacto en la ambición europea
La quiebra de Northvolt supone un duro golpe para Europa, que busca reducir su dependencia de las baterías asiáticas y alcanzar a jugadores como CATL o LG. En 2024, la capacidad de producción de baterías prevista en Europa para 2030 se ha reducido en 176 gigavatios hora. Esta crisis muestra claramente las dificultades de Europa para atraer inversiones competitivas frente a los gigantes chinos.
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