Científicos del Observatorio Europeo Austral (ESO) han conseguido tomar una imagen detallada de una estrella de una galaxia distinta de nuestra Vía Láctea, una primicia que les permitirá estudiar mejor esta estrella al final de su vida. A 160.000 años luz de distancia, la estrella WOH G64 está situada en la Gran Nube de Magallanes, una pequeña galaxia satélite nuestra.
Apodada por los astrónomos “la estrella colosal”, es aproximadamente 2.000 veces más grande que nuestro Sol y está clasificada entre las supergigantes rojas, una de las últimas etapas en la evolución de las estrellas masivas antes de su explosión como supernova. “Descubrimos un capullo con forma de huevo que rodea estrechamente a la estrella”, explica Keiichi Ohnaka, astrofísico de la Universidad Andrés Bello de Chile, en un comunicado de prensa de ESO.
¿Una interacción con otra estrella?
“La forma ovoide en el centro representa el material expulsado por la estrella central y que aún la rodea. También podemos ver otro anillo ovalado rodeando esta forma ovoide. Aunque se necesitan observaciones adicionales para confirmarlo definitivamente, creemos que este anillo también está formado por material expulsado por la estrella”, describe a la AFP.
Los científicos tenían “indicios” de que el entorno de la estrella no era esférico, pero hasta ahora no se habían tomado imágenes. “Gracias a esta imagen, podemos crear un mejor modelo informático de la estrella y estudiar cómo expulsa materia antes de desaparecer”, explica el investigador, que dirigió un estudio sobre estas observaciones, publicado el jueves en la revista “Astronomy & Astrophysics”.
Este capullo alargado, señal de que la estrella “expulsa más material en determinadas direcciones que en otras”, podría ser consecuencia de su interacción con otra estrella, según Keiichi Ohnaka. “Aunque todavía no hemos encontrado una segunda estrella, una compañera de este tipo podría existir y seguir siendo difícil de detectar si es mucho más débil que la estrella principal”, afirma.
WOH G64 al final de su vida útil
Al comparar estos nuevos resultados con observaciones anteriores, descubrieron que WOH G64 se había vuelto menos brillante durante la última década. Ha “experimentado un cambio significativo en los últimos diez años, brindándonos una rara oportunidad de observar la vida de una estrella en tiempo real”, dice Gerd Weigelt, coautor del estudio citado en el comunicado de prensa y profesor de astronomía en la el Instituto Max Planck de Bonn.
En sus etapas finales de vida, antes de explotar como supernova, las supergigantes rojas pierden sus capas externas de gas y polvo, en un proceso que puede durar cientos de miles de años. Los científicos que observaron WOH G64 creen que el material expulsado podría ser el responsable de su oscurecimiento y que esto podría significar que la estrella ha entrado en una nueva fase de su ciclo de vida.
“O podría volver a su estado anterior después de un tiempo, aunque no sabemos cuánto tiempo podría tardar”. Precisamente por eso creemos que es importante seguir esta estrella observándola con diferentes telescopios e instrumentos”, subraya Keiichi Ohnaka.
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