En su decisión, el gobernador explicó que los recursos hídricos de la región han disminuido drásticamente debido a la persistente sequía que azota al reino desde hace seis años. La medida entró en vigor el pasado 8 de noviembre y el Comité Provincial del Agua es el responsable de velar por su estricto cumplimiento. Los ecologistas y ambientalistas de Zagora acogen con satisfacción esta decisión y piden que se prohíba también el cultivo de sandía en su región, donde el estrés hídrico es más preocupante y tiende a una situación de escasez crónica.
Esta decisión responde al llamamiento del Rey Mohammed VI que, en su último discurso desde el Trono, pidió que se tomaran todas las medidas necesarias para proteger las aguas subterráneas, en particular en las regiones que sufren crisis hídricas, declaró HespressJamal Akchbab, presidente de la Asociación de Amigos del Medio Ambiente de Zagora, estima que la limitación de la superficie de cultivo de sandía roja a una hectárea por operador ha agotado aún más los recursos hídricos de la región. Denuncia también las malas prácticas de algunos agricultores que logran eludir la decisión del gobernador de Zagora de instalar contadores en pozos y perforaciones para medir las cantidades de agua extraída.
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Akchbab también pidió una gestión racional de los recursos hídricos tras las lluvias torrenciales de septiembre, instando a los agricultores a empezar a cultivar palmeras datileras, que consumen menos agua. Ibrahim Zine, agricultor de la provincia de Zagora, no comparte esta opinión y subraya que prohibir el cultivo de sandías en Zagora podría perjudicar la economía local y afectar a la vida de cientos de familias que viven exclusivamente de esta actividad. Según él, prohibir el cultivo de sandías no es una buena opción para el racionamiento del agua, y añade que cultivar frutas y verduras en lugar de sandías no supondría ningún cambio significativo en la situación.
Según ingenieros y agricultores, una sola hectárea de zanahorias consumiría tanta agua como tres hectáreas de sandías rojas, informa. Zine también aseguró que la mayoría de los agricultores respetan el límite de una hectárea para el cultivo de sandías, aunque no sea rentable, aunque reconoce que algunos agricultores superan estos límites en zonas remotas. Para paliar esta situación, invitó a las autoridades locales a reforzar la vigilancia y el control sobre el terreno y a sancionar a los infractores conforme a la ley. También pidió que se impongan sanciones a los agricultores que no respeten la decisión de colocar medidores en pozos y perforaciones.
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