En Cannet-des-Maures (suroeste), unos 300 agricultores colocaron tierra en la carretera y plantaron cruces que simbolizan la muerte de la agricultura francesa, a la que consideran amenazada por el acuerdo de libre comercio que la UE negocia con los países latinoamericanos del Mercosur.
Cerca de la frontera belga, los agricultores controlan los vehículos pesados. Frente a la prefectura de Vesoul (este), 180 agricultores colocaron carteles de aldea y arrojaron tres contenedores llenos de rastrojos de maíz. Otra acción simbólica estaba prevista para el lunes en Estrasburgo en el puente de Europa que une Francia y Alemania.
“Tolerancia cero en caso de bloqueo”
“No queremos un bloqueo concreto como el que vimos el año pasado”, afirmó el lunes por la mañana Pierrick Horel, presidente de Jóvenes Agricultores (JA), en la radio RMC.
Los impacientes habían sacado los tractores el domingo, yendo en procesión cerca de la base aérea de Villacoublay, cerca de París, desde donde voló Emmanuel Macron para el G20 en Río, Brasil. El domingo, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, advirtió que habría “tolerancia cero” en caso de “bloqueo sostenible” de las carreteras.
Menos de un año después de un gran movimiento de ira en el campo, que en enero se tradujo en bloqueos de tramos de carreteras del país, los sindicatos agrícolas llaman una vez más a sus tropas a manifestarse, pero de forma dispersa, acercándose a sus elecciones profesionales, que se celebrará en enero.
Normas complejas e ingresos insuficientes
Afectados por las malas cosechas y las enfermedades animales emergentes, creen que todavía no han cosechado los frutos de la ira del invierno pasado. Y consideran que las normas son más complejas que nunca y que los ingresos son insuficientes.
Si los impuestos sobre los combustibles agrícolas fueron uno de los motores de la movilización el año pasado, es el resultado del acuerdo de libre comercio propuesto por la UE con los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia) el que podría provocar un incendio. este año.
Miedo a la competencia desleal
A pesar de la oposición tanto de la clase política como de los actores agrícolas franceses, la UE parece decidida a firmar este acuerdo antes de fin de año, que permitirá, en particular, a los países latinoamericanos vender más carne de vacuno, pollo o azúcar sin derechos de aduana en Europa. Varios países europeos, entre ellos España y Alemania, quieren que se cierre el acuerdo, que fomentaría la exportación de automóviles, maquinaria o productos farmacéuticos desde la UE.
Pero los agricultores franceses temen una competencia desleal por parte de productos que no están sujetos a las estrictas normas medioambientales y sanitarias vigentes en Europa. Por eso el FNSEA y su aliado JA decidieron relanzar la movilización el lunes y martes, fechas de una cumbre del G20 en Brasil.
Rechazo del Ministro de Agricultura italiano
En Buenos Aires, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo el domingo que Francia no “firmaría tal como está” el tratado de libre comercio. Una postura compartida por el ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida. El lunes se pronunció en contra del acuerdo de libre comercio propuesto en su forma actual, exigiendo que los agricultores del Mercosur estén sujetos a las mismas “obligaciones” que los de la UE.
“Debemos verificar de antemano el respeto por parte de los países del Mercosur de las mismas obligaciones que imponemos a nuestros agricultores en materia de respeto de los derechos de los trabajadores y del medio ambiente”, justificó este ministro miembro de Fratelli d’Italia, el partido de extrema derecha liderado por Giorgia Meloni, de quien es cercano.
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, jefe del partido conservador Forza Italia, miembro de la coalición gobernante, se mostró más abierto.
Las principales organizaciones representativas del sector agrícola de la península se han manifestado en contra de este proyecto.
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