Pero este jueves se reanudaron las discusiones a cinco bandas: el presidente de Vooruit admite que los demás negociadores han dado un paso en su dirección. Especialmente en la espinosa cuestión fiscal y la tributación de “hombros más amplios”. “Si estas aperturas son reales, podemos llegar a alguna parte. Si estas propuestas resultan ser falsas, no lo lograremos.“, advirtió sin embargo Conner Rousseau.
La puntuación socioeconómica de Bart De Wever debe evolucionar, a los ojos de los socialistas flamencos. ¿Cómo podría Vooruit aceptar, frente a su base activista, recortes claros en los presupuestos estatales y políticas que no son de izquierda? Creyendo que es mejor estar al mando que en la oposición, la vieja guardia del partido –el ministro Frank Vandenbroucke en particular– presiona a Conner Rousseau para que acepte unirse a una “Arizona”. Otras voces se alzaron internamente para preservar el anclaje progresista del partido. Fueron estas voces activistas las que hablaron cuando la alianza inicial con el N-VA en el municipio de Gante se volvió a favor de Groen.
Paul Magnette: “Tenemos grandes diferencias con el PTB y las seguiremos exponiendo”
Una familia socialista dividida
Por tanto, Conner Rousseau está bajo presión. ¿En qué dirección terminará cayendo la moneda? Si aceptara la mayoría que le propuso Bart De Wever, los socialistas francófonos se verían sombríos. Para el PS, naturalmente será más complicado atacar una coalición federal en la que participa su partido hermano pero de la que quedaría excluido. Como recordatorio, los dos grupos han reunido sus oficinas en el mismo edificio del Boulevard de l’Empereur, en Bruselas. Podemos imaginar las miradas avergonzadas en el hueco del ascensor o en las escaleras en caso de ruptura en la familia socialista…
Además, en términos de imagen, los opositores del PS podrán aprovechar la participación de Vooruit en el gobierno federal para burlarse de los socialistas francófonos. Estos últimos probablemente serán presentados como vestigios de una izquierda arcaica en comparación con las tropas de Conner Rousseau que encarnan el socialismo moderno porque implementan reformas. No es necesario haber estudiado Ciencias Po para comprender que este escenario no es el ideal para el presidente Paul Magnette.
Si las negociaciones “arizonianas” fracasan definitivamente, la historia será muy distinta para el PS. El plan B a nivel federal consiste en sustituir a Vooruit por los liberales del Open VLD (la coalición “Lagon”). En la Cámara, unidos en una alegre oposición, los socialistas de habla francesa y de habla holandesa se unirán. La mayoría de “Lagon” estará más a la derecha de lo que podría haber sido “Arizona”. Frente a esta alianza N-VA-MR-CD&V-Engagés-Open VLD, el PS podrá recuperar más fácilmente su estrella de izquierda de cara a las elecciones de 2029.
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